Dirigente islamista tunecino afirma que su formación no va a perseguir la homosexualidad
Este domingo se celebraron en Túnez las primeras elecciones democráticas tras la caída del régimen de Ben Ali. A falta de que se conozca el resultado oficial, todo apunta a que el movimiento islamista Ennahda («Renacimiento») es el ganador de las elecciones y podría conseguir la mayoría absoluta en la próxima Asamblea Constituyente. Riad Chaibi, miembro del Comité Político de dicha formación, ha asegurado que ello no implicará que se vaya a perseguir el consumo de alcohol ni castigar el ateísmo o la homosexualidad.
El político tunecino ha intentado tranquilizar en una entrevista a los que piensan que el triunfo islamista supondrá un retroceso en las libertades individuales. Chaibi, que pasó cinco años en las cárceles de Ben Ali, asegura que en su país «las libertades individuales y los derechos humanos son principios consagrados» y que ateos y homosexuales son una realidad en Túnez y «tienen derecho a existir». Según Chaibi, en el caso de los homosexuales hay además «un problema de dignidad, pues la sociedad los ve como desvalorizados».
Chaibi ha negado también que su partido tenga intención de imponer el uso del velo a las mujeres. «El velo forma parte de la creencia, es un símbolo de religiosidad, y como tal, no tiene ningún valor si no es adoptado desde la libertad», afirma el político tunecino, cuyo modelo social está más próximo a los de Turquía o Malasia que a los de Irán o Arabia Saudí. «Pensamos mucho en Turquía y queremos aprovecharnos de su experiencia», dice Chaibi sobre un país tambien gobernado por un Gobierno islamista democráticamente elegido. Chaibi admite que el mundo árabe está «encerrado en sí mismo» pero expresa que «no se puede forzar al mundo árabe, ni a nadie, a ser moderno ni abierto por obligación; la apertura no será verdadera si no nace de la convicción».
El Código Penal castiga las relaciones homosexuales
El tiempo dirá si las palabras de Chaibi se confirman. Una oportunidad para demostrar que estas buenas intenciones son reales sería la derogación del artículo del Código Penal tunecino que a día de hoy castiga con penas de hasta tres años de cárcel las relaciones homosexuales.
Algo sobre lo que existen dudas razonables. Y es que para muchos analistas, Ennahda ha ofrecido hasta ahora una imagen tolerante para no despertar una reacción contraria y asegurarse así el triunfo. Un triunfo relativamente anunciado, teniendo en cuenta que Ennahda se presenta como un grupo compacto y bien implantado en todo el país frente a una diversidad de grupos laicos que pese a su papel protagonista en la «revolución tunecina» no han sido capaces de presentar un frente común a las elecciones.
Pues ya sabes, Chaibi, HACER ES LA MEJOR MANERA DE DECIR.
ja ja ja ja ja ja ja que chiste mas bueno ja ja ja ja ja……………..si lo dijere Benedicto me da que más gente se reiria ja ja ja ja ja