Un estudio analiza los tabúes que siguen presentes en el tratamiento informativo de las relaciones homosexuales
El profesor de Periodismo de la Universidad de Valencia Adolfo Carratalá ha publicado un interesante artículo de investigación social en el que analiza los tabúes que siguen existiendo a la hora de informar sobre relaciones homosexuales en los medios de comunicación. El artículo (que puedes leer en la revista Miguel Hernández Communication Journal) parte del análisis del tratamiento informativo que recibió el fallecimiento de una pareja gay en el trágico accidente aéreo de Barajas de agosto de 2008.
La muestra está compuesta por diversos medios de comunicación de España, Italia y Francia, dado que las víctimas (Domenico Russo, Pierrik Charilas y el hijo de este último) procedían de estos dos últimos países. Los resultados muestran como predominan los ejemplos en los que la relación aparece enmascarada bajo eufemismos del tipo de “íntimo amigo” o “estrecha amistad”, que señalan que “la relación interpersonal referenciada excede los límites usuales de una amistad común y que, por lo tanto, se está aludiendo a un vínculo más propio de otra categoría emocional”.
Carratalá recuerda, en este sentido, un estudio llevado a cabo por Peter M. Nardi sobre los obituarios publicados en Variety, que puso de manifiesto que muchas de las muertes de varones solteros de las que se informó entre 1980 y 1986 se asociaron a enfermedades socialmente aceptadas, como el cáncer o la neumonía, “en un claro intento de omitir el término SIDA, fuertemente estigmatizado en aquel momento, evitando, a su vez, etiquetar al sujeto de homosexual”.
Para el autor, pese a que la visibilidad de las relaciones homosexuales ha logrado un espacio considerable y una cobertura relativamente digna en los medios de comunicación social, «esta representación continúa sufriendo un tratamiento estigmatizador en determinados discursos periodísticos, que emplean el eufemismo como recurso para aludir a las parejas formadas por dos hombres o dos mujeres, sobre todo en noticias que abordan asuntos considerados especialmente sensibles o serios como las grandes tragedias o el fallecimiento de personas ilustres”.
Carratalá concluye que «identificar una relación afectiva homosexual con la legitimidad y la claridad con la que se aludiría a otra heterosexual resulta problemático en algunos medios de comunicación social, lo que confirma que esta realidad sigue arrastrando una sensación de tabú y que, por lo tanto, su valoración colectiva puede haber evolucionado menos de lo que otros indicadores puedan señalar”.
El autor del estudio, por cierto, desarrolla en estos momentos su tesis doctoral sobre la cobertura que la prensa conservadora dio a la implantación de la asignatura de Educación para la Ciudadanía, comparándola con la acción de la prensa católica durante la II República.
Pues esperaros al 21-N, que vamos a alucinar…