Condenado a 30 años de cárcel el asesino del activista gay ugandés David Kato
Enock Nsubuga, asesino confeso del activista gay ugandés David Kato, ha sido condenado a 30 años de cárcel por la justicia de su país. El asesinato de Kato, ocurrido en enero, desató todas las alarmas a nivel internacional sobre la creciente situación de homofobia social que vive Uganda, un país que estos días plantea retomar la discusión de una ley que pretende endurecer el trato penal de la homosexualidad, incluyendo la pena de muerte en algunos casos.
Nsubuga, detenido en febrero, sostuvo en su defensa que Kato «intentó mantener relaciones sexuales» con él, motivo por el cual lo mató a golpes de martillo. La Policía ugandesa argumentó en su momento que se había tratado de un altercado personal.
Resulta difícil sospechar, sin embargo, que no haya existido una motivación política. Kato era uno de los 100 ciudadanos homosexuales cuyo nombre y fotografía habían sido publicados por Rolling Stone (una publicación local ugandesa que nada tiene que ver con la conocida revista musical), acompañados de la leyenda “Hang Them” (“a la Horca”). Posteriormente la misma publicación volvió a hacer pública una segunda lista de nombres. La revista fue denunciada por la organización Sexual Minorities Uganda, a la que precisamente pertenecía Kato, y tras un proceso judicial del que informamos en su momento el juez Vincent Musoke-Kibuuka prohibió de forma definitiva a Rolling Stone que revelase la identidad de personas LGTB. El juez amplió además la prohibición a todos los medios de comunicación en Uganda. Según afirmaron en su momento los compañeros de Kato, este había recibido varias amenazas de muerte desde su victoria legal contra la revista que incitaba a su asesinato.
Sea como sea, la familia de Kato se ha mostrado satisfecha. La organización de defensa de los derechos humanos Human Rights Watch también ha mostrado su satisfacción por una condena que se ajusta a la gravedad del crímen cometido y ha llamado a seguir luchando contra la impunidad de los ataques a personas LGTB en África. También el activista británico Peter Tatchell ha considerado positiva una condena que cree que emite una señal positiva.