El eterno retorno de Rufus Wainwright
“Tener razón demasiado pronto es lo mismo que equivocarse”. Marguerite Yourcenar – Memorias de Adriano.
Cuando sus seguidores creían que tras Gay Messiah ya no habría una muestra más clara de su talento, irreverencia y militancia, el compositor anuncia un proyecto –entre los muchos que ha puesto en marcha– con el que sorprende a un tiempo a incondicionales y detractores. Y no se trata de un regreso a sus inicios en la industria del pop, sino de un asalto a la música académica y clásica…
Si bien es cierto que nunca abandonó el panorama musical, el discreto éxito de su último disco (All Days Are Nights: Songs for Lulu) y de su ópera Prima Donna, así como la reciente paternidad junto a su pareja Jörn Weisbrodt y a Lorca Cohen (hija de Leonard Cohen), además de la muerte de Kate McGarrigle –matriarca del clan familiar–, han dado a Rufus cierto aire de recato poco característico en su persona.
Pero esto quedará atrás en los próximos meses. El músico vuelve eufórico, y lo hace con una doble propuesta que roza la bipolaridad: grabará su nuevo “disco bailable” junto a Mark Ronson (productor de Amy Winehouse y Robbie Williams, entre otros) a la vez que compondrá una ópera basada en la vida del emperador Adriano. Todo esto al mismo tiempo que comienza en Valladolid su gira europea (de nuevo con acompañamiento orquestal) y estrena en Nueva York la misma ópera –sobre una diva…–que le valió un disgusto con el Carnegie Hall, por insistir en escribirla en francés.
Sin duda, lo realmente prometedor es el retorno del Rufus más histriónico y espectacular a los escenarios, así como su nueva ópera, que podría convertirse en una de las pocas en retratar abiertamente una relación homosexual. Recordemos (y para ello sugerimos la lectura la novela antes citada) que el emperador vivió un apasionado romance con su “copero” Antinoo, cuya trágica muerte le valió el ser honrado con su propia constelación, como un semidiós.
Y el mismo rango podría ocupar Rufus en la historia reciente de la música. Inicialmente se catalogó a esta estrella como parte de la “nueva escena musical” estadounidense, formando otra constelación con Antony & The Johnsons y el desquiciado Devendra Banhart. Pero hace tiempo que se desmarcó de cualquier comparación, y trascendió incluso la etiqueta de “pop barroco” que le dieron a su obra. Rufus Wainwright no hace música para el colectivo LGTB, sino desde éste y para cualquier público; es un artista único que volverá (siempre volverá) para demostrarnos que está a la altura de su linaje, de la copa de un pino, y de Judy Garland subida en sus tacones.
Gustavo Liévano
glievano@gmail.com
Excelente articulo sobre Rufus, que dicha leer un articulo donde quien lo hace sabe de lo que habla. Que belleza caray. Saludos.
Rufus probablemente sea el artista más completo de los últimos años…, y sus canciones, de lo mejor que se ha compuesto desde el nacimiento de la música pop.
Si os gusta, me veo en la obligación de recomendaros la lectura (online y gratuita) de «Heliópolis: El Blues del Hada Azul», escrita en gran parte sobre una banda sonora donde Rufus tiene mucho protagonismo.
http://www.elBluesDelHadaAzul.com
Reconozco mis primeros contactos con Rufus me resultaron un poco cargantes, pero canción a canción, acorde a acorde, se mete dentro hasta hacerlo indispensable en mi iPod. ¡Ansioso ando esperando su concierto de Valladolid!
Quería felicitarte por hablar tan bien del gran RUFUS.
No estoy acostumbrada a gente que aprecie su talento y tenga tan en cuenta y presente su trayectoria y futuros proyectos.
Soy la administradora de su foro en español, y te citaré ahí si me das permiso.
Un saludo.
http://rufuswainwright.mforos.com/ foro en español.