El papel que rechazó Lady Gaga
La serie Once Upon a Time –donde se reinventa a los protagonistas de los cuentos de hadas clásicos como personajes de carne y hueso, amnésicos y atrapados en un pueblecito de Maine– se perfila como uno de los escasos estrenos exitosos de la presente temporada televisiva en Estados Unidos, para sorpresa de muchos… Incluida Lady Gaga, que rechazó participar en el episodio piloto tras haber leído su guion.
Once Upon a Time nació como adaptación a la televisión del cómic Fábulas (Vértigo); sin embargo, la cadena ABC optó por copiar gran parte de las ideas presentes en el material original, reducir la complejidad y coste de llevarlas a la pequeña pantalla, y seguir adelante con un producto descafeinado y torpe…, pero con el mismo encanto de otros intentos por modernizar los cuentos clásicos (libres de derechos de autor todos ellos, afortunadamente).
Así pues, la serie se sube al carro de películas como Alicia en el país de las maravillas (de Tim Burton) y la franquicia Shrek, aunque hayan sido escitores y libretistas abiertamente gays quienes trabajaron previamente este terreno para hacerlo un campo fértil; hablamos, por ejemplo, de Gregory Maguire y la saga literaria iniciada con Wicked, o del maravilloso musical Into the Woods de Stephen Sondheim.
Once Upon a Time es una nueva muestra de este «vintage cultural» tan de moda. Se esperaba que Lady Gaga interpretara al Hada Azul de Pinocho en su episodio piloto y en las siguientes apariciones del hada, pero el mánager de la artista supo ver el riesgo de calidad que entrañaba el proyecto. Sin embargo, el concepto (y la esperanza de ver mejorar su ejecución en los próximos capítulos) ha calado en la audiencia, que lleva semanas respaldando la emisión de la serie con relativa fidelidad.
Tras la salida de Lady Gaga, en el reparto sólo destaca Robert Carlyle (Trainspotting, 1996, y The Full Monty, 1997) como Rumpelstiltskin, aunque la progresiva inclusión de nuevos personajes –he allí el filón de la serie– quizás traiga cameos interesantes. ¿A qué otros personajes os gustaría ver reflejados en la serie, y de qué forma?
Llegados a este punto, sólo podemos recomendar “con cautela” esta curiosa serie, que no es la única sobre cuentos de hadas estrenada este otoño en la televisión norteamericana (allí tenemos ese lamentable remake de Buffy Cazavampiros llamado Grimm) pero sí la mejor…, y también desear que esta nueva revisión de las historias de antaño sirva para traer a colación alguna temática LGTB coherente, actual, interesante y bien llevada.