Google financiará los tratamientos de reasignación de sexo de sus trabajadores transexuales en Estados Unidos
Google sufragará el coste de los tratamientos de reasignación de sexo de sus trabajadores transexuales en Estados Unidos hasta un máximo de 75.000 dólares. No se trata del primer gesto de Google, una empresa famosa por sus políticas inclusivas, hacia su personal LGTB. En el año 2010 comenzó a pagar un nuevo complemento salarial para sus trabajadores con pareja del mismo sexo.
El aumento tenía como objetivo compensar la desventaja de las parejas del mismo sexo respecto a las heterosexuales, ya que las parejas formadas por hombre-hombre o mujer-mujer (o sus empleadores, en el caso de que sean estos los que asuman los gastos del seguro médico) están obligadas a abonar un sobrecoste del que las parejas compuestas por hombre-mujer están exentas en los Estados Unidos (una desigualdad cuya corrección la reforma sanitaria promovida por el Presidente Obama dejó fuera).
La inclusión de los tratamientos de reasignación está en la misma línea de asegurar la mejor atención sanitaria a los empleados de Google en un país en el que no existe una sanidad pública universal (más allá del Medicaid y el Medicare, programas de asistencia sanitaria de beneficencia y para mayores de 65 años, respectivamente) y en el que la calidad de dicha atención depende, en buena parte, de las prestaciones incluidas en el seguro médico que o bien los trabajadores o bien sus empresas sufragan. Google financiará los tratamientos de reasignación de acuerdo al protocolo recomendado por la WPATH (Asociación Mundial Profesional de Salud Transexual).
A la vista de estas noticias, no resulta extraño que la pasada semana la organización The Trevor Project anunciara la concesión a Google del Premio Trevor 2020 por sus políticas inclusivas hacia el personal LGTB (también fue premiada con el Premio Trevor Hero la cantante Lady Gaga, por su labor en contra del bullying homofóbico). The Trevor Project fue fundada por tres de los creadores de Trevor, un optimista cortometraje sobre un adolescente gay que intenta suicidarse tras ser rechazado por sus amigos, y que ganó un Óscar en 1994. Trabaja para prevenir suicidios en población LGTB a través, entre otros medios, de talleres escolares, material educativo, recursos online y asistencia a través de una línea telefónica de ayuda.