Los laboristas australianos afrontan una discusión clave sobre el matrimonio entre personas del mismo sexo

Cuando estamos a solo tres semanas de su congreso nacional, el sector más progresista del gobernante Partido Laborista australiano está dispuesto a dar la batalla a favor del matrimonio entre personas del mismo sexo y conseguir que se convierta en uno de los puntos indiscutibles del ideario laborista. La discusión será abordada próximamente por el Parlamento australiano, y hasta el momento la primera ministra, Julia Gillard, que se opone frontalmente, solo ha aceptado permitir que los diputados laboristas voten en conciencia.

Una parte significativa del Partido Laborista, liderada por el ministro Mark Butler, cree sin embargo que el voto en conciencia debe reservarse para discusiones en las que se aborden aspectos relacionados con la vida y la muerte, como el aborto, la eutanasia o la investigación con células madre, pero que el matrimonio entre personas del mismo sexo es una cuestión de derechos civiles fundamentales y que ahí los laboristas deben adoptar una posición de partido.

Permaneceremos atentos a la discusión, que promete convertirse en uno de los puntos más calientes del congreso laborista. Lo cierto es que el matrimonio igualitario cuenta con importantes apoyos entre el laborismo australiano, como ha quedado demostrado en Tasmania (cuyo Parlamento aprobó recientemente una moción en ese sentido, apoyada por los laboristas de estado, que ya en 2009 reclamaban ese derecho para las parejas del mismo sexo) o en Victoria (cuyo Partido Laborista también se posicionó a favor en 2009). Y no es el único ejemplo.

Una discusión en marcha

El matrimonio igualitario será discutido por el Parlamento australiano gracias a los Verdes, cuyo único diputado en la Cámara de Representantes resulta de gran importancia para el mantenimiento de la mayoría parlamentaria que sostiene al Gobierno laborista (en su momento el diputado ecologista, Adam Bandt, ya exigió que al menos el tema se votase en pleno).

En agosto nos hacíamos eco, en cualquier caso, de una señal no demasiado prometedora: de una muestra de treinta parlamentarios que se manifestaron al respecto en una sesión del Parlamento tras “sondear” la opinión de sus votantes, la mayoría -incluyendo a los laboristas- dijeron estar en contra. Desde los colectivos LGTB se señaló la contradicción entre dichos sondeos y diferentes encuestas que muestran un apoyo mayoritario.

¿Una vía alternativa?

No debemos dejar de mencionar que recientemente ha sido aprobada una ley que puede tener gran transcendencia si definitivamente fracasa el intento de aprobar el matrimonio igualitario a nivel federal. Por iniciativa de los Verdes, y con apoyo de los laboristas, a partir de ahora el Gobierno federal no podrá vetar la aprobación de leyes por algunos territorios australianos. Uno de esos territorios es Canberra, la capital federal, en los cuales habría mayoría más que suficiente para aprobar una ley de matrimonio entre personas del mismo sexo si se decidiera abrir esa vía.

De hecho, la oposición utilizó precisamente ese argumento para oponerse a su aprobación…