Seminario croata suspende a varios seminaristas por ‘tendencias homosexuales’
Polémica en Croacia por la decisión del seminario Juan Pablo II de Rijeka de suspender a varios jóvenes seminaristas acusados de presentar ‘tendencias homosexuales’.
Los hechos se remontan a semanas atrás, a comienzos de este año académico, aunque la iglesia católica había logrado hasta ahora evitar que los medios se hicieran eco de lo sucedido. La noticia ha sido finalmente desvelada por el diario croata Novi List. Al parecer, los jóvenes fueron delatados por uno de sus compañeros, que investigó a escondidas sus ordenadores, en los que encontró contenidos de ‘carácter homosexual’. Los jóvenes han sido por el momento suspendidos, a la espera de llevar a a cabo una investigación exhaustiva. Tampoco el delator ha salido bien librado: según un portavoz del arzobispado, el joven ha sido expulsado por violar la privacidad de sus compañeros. Ni el número ni la identidad de los seminaristas han sido revelados, pero según el diario Jutarnji List los aspirantes a sacerdotes suspendidos podrían ser hasta seis.
El caso ha generado polémica en los medios de Croacia, un país en el que la iglesia católica goza de una importante influencia social. No han faltado los que han acusado al arzobispado de discriminación y han mostrado dudas sobre la legalidad de su actuación. Marko Jurčić, coordinador del colectivo LGTB Centra za LGBT ravnopravnost, ha condenado lo ocurrido y ha ofrecido a los afectados su ayuda.
El arzobispado de Rijeka, por su parte, sostiene en un comunicado que se trata de un asunto interno y que está actuando conforme a la instrucción que niega el acceso al sacerdocio a ‘aquellos que practican la homosexualidad, presentan tendencias homosexuales profundamente arraigadas o apoyan la así llamada cultura gay‘. Publicada en 2005, esta instrucción forma parte de un corpus normativo homófobo más amplio, que incluye otro documento similar publicado en 2008, que el actual Papa, Joseph Ratzinger, ha venido promulgando para purgar el clero de personas homosexuales a las que en no pocas ocasiones la iglesia ha intentado resposabilizar de los abusos sexuales a menores cometidos por parte de sus sacerdotes.
No se trata de la primera noticia que relaciona a la iglesia católica croata con discriminación hacia las personas LGTB y homofobia que recogemos en dosmanzanas. En marzo de este mismo año, Franjo Jurčević, sacerdote católico y párroco de Rastav, cerca de Rijeka, fue condenado por la justicia croata por incitación al odio homófobo.
Bueno, Roma no paga a traidores, ¿no?
No termino de entender como una persona homosexual puede querer pertenecer a esta secta masiva que ha escrito con sangre gran parte la historia de la humanidad y recurrido a lo divino para perpetrar toda clase de crímenes. Si ya es surrealista que un heterosexual acepte esa dictadura antinatural para entrar no me cabe en la cabeza que alguien homosexual quiera pertenecer a eso y sentir el odio y el rencor de esta jerarquía.
Eso pasa por meteros donde no os llaman…