Manifiesto de ALEAS-IU con motivo del 1 de diciembre
Este 1 de diciembre desde ALEAS-IU queremos volver resaltar las demandas de las organizaciones y colectivos que luchan contra el VIH y contra la estigmatización y discriminación que sufren las personas seropositivas. Creemos que no sólo es importante luchar por tener el derecho a una prevención real, sino que también debemos luchar por el derecho a no ser discriminado/a por vivir con el VIH, así como el derecho a vivir una vida que merezca la pena ser vivida, sin el dolor de ser excluidas en los márgenes del sistema mediante la violencia y la desprotección.
Frente a una situación donde las cifras de infecciones por VIH no dejan de crecer, vemos con sorpresa como los gobiernos recortan sobre los pocos recursos públicos que se invertían. Tanto el Partido Popular como el PSOE han recortando recursos en su lucha contra el VIH. Algunos ejemplos de ello son las medidas tomadas en la Comunidad de Madrid por Esperanza Aguirre (PP), que ha dejado sin fondos a las asociaciones que trabajan la prevención, o las tomadas por el gobierno de Zapatero (PSOE), que ha congelado los fondos de ayuda para el Fondo de Lucha Mundial contra el Sida, la tuberculosis y la malaria. Mientras tanto, estos dos partidos constitucionalizan el neoliberalismo radical con el fin de priorizar los intereses de los banqueros frente los intereses de los de abajo, de las que vivimos con el VIH.
Las complicidades de los dos grandes partidos en todo aquello que sea beneficiar a los de siempre han debilitado nuestros derechos en los centros de trabajo, dejándonos desprotegidas ante cualquier discriminación. Las reformas laborales aprobadas arrasan con los escasos derechos laborales que teníamos, repercutiendo así a la hora de ocultar despidos en base a discriminaciones indirectas. La misma colaboración la sugieren ayuntamientos como el de Madrid, con los empresarios de Chueca, a los que no les exige unas normativas mínimas de saneamiento de los locales donde se practica sexo o a la distribución gratuita de preservativos y lubricantes en sus instalaciones. Pero al mismo tiempo, en el Partido Popular no parecen tener tantos problemas a la hora de dar subvenciones al empresariado de Chueca para privatizar aún más el espacio público con sus terrazas, mientras se sigue recortando en prevención o sanidad.
Las privatizaciones de los servicios públicos, así como la amenaza del copago en la sanidad pública, nos parece que deslegitiman cualquier muestra de atención hacia el problema del VIH. Cuando se privatiza la sanidad, se delega a empresas que priorizan sus beneficios frente a nuestra salud, se refuerzan las exclusiones entre las personas que necesitan atención sanitaria y se pierde su intención universalista, ¡ y eso que nunca ha sido realmente universal!, como en el caso de las personas migrantes en situación administrativa irregular, muestra que evidencia que el supuesto “Estado de Bienestar” que están desmantelando nunca lo ha sido para todas las personas. Por eso creemos en una sanidad pública, universal y de calidad, que incluya todas aquellas prestaciones que necesitan las personas que viven con el VIH, sin excepciones, como podrían ser las operaciones por lipodistrofia.
Por otro lado, el desmantelamiento de la escuela pública junto al aumento de la financiación de la escuela privada, entre la que se encuentra frecuentemente la católica, nos permite ver que, entre las intenciones de los actuales gobiernos, no está precisamente la incorporación de la educación sexual en el sistema educativo en los términos en los que reclaman los colectivos LGTBI. Esta inclusión curricular nos parece esencial e innegociable para que los y las jóvenes transmaricabibollo puedan acceder a una educación sexual digna que impida que las prácticas de riesgo y no saludables se normalicen. No pretendemos imponer un modelo de sexualidad ideal que supere los valores de la igualdad, la libertad y la salud en todas nuestras relaciones, sino que proponemos una educación basada en el conocimiento y no en mitos heteropatriarcales e insanos que sólo producen relaciones de subordinación, riesgo e insatisfacción.
Desde ALEAS nos preguntamos, ¿qué pasa con las lesbianas y/o bisexuales que no aparecen en las campañas de prevención contra el VIH e ITS? Creemos que esta invisibilidad tiene causas arraigadas en la concepción patriarcal de las mujeres, que considera su sexualidad como homogénea, sumisa y dormida. Las bolleras, las bisexuales y las trans somos activas sexualmente y exigimos que existan campañas donde también sea protagonista nuestra salud. Desde ALEAS-IU exigimos que se ofrezcan recursos para ello y que se cuente con la visión y las decisiones de las personas involucradas en la lucha contra el VIH y en favor de la libertad sexual.
Por último, no nos podemos olvidar de la situación de las personas seropositivas dentro de las prisiones y la discriminación que sufren por parte de las administraciones y funcionarios públicos. Ni tampoco la situación en la que se encuentran muchas personas migrantes sin derechos para poder acceder a la medicación. Condenamos también la discriminación que sufren las personas que viven con el VIH en el acceso al empleo, a la vivienda o en la contratación de un seguro.
Por todo ello, desde ALEAS-IU hacemos una llamada a la lucha contra la discriminación y la invisibilidad de las personas con VIH-SIDA, porque reivindicamos el derecho a tener una vida que merezca la pena ser vivida.