Perú: el nombramiento de una ministra evangélica preocupa a los activistas LGTB
Tras un fin de semana lleno de rumores luego de la renuncia del primer ministro Salomón Lerner, el domingo por la noche juramentó el nuevo Gobierno peruano, presidido por un militar retirado, Óscar Valdés. Los cambios en el gabinete, entre ellos el nombramiento como ministra de la Mujer de una parlamentaria evangélica, generan gran preocupación entre los activistas LGTB.
Óscar Valdés, ministro del Interior en el anterior gabinete, también es empresario, comandante retirado del Ejército y fue instructor del Presidente Ollanta Humala en la escuela militar. En el nuevo equipo de Gobierno permanece en el cargo el titular de Economía y Finanzas, Luis Castilla -una señal del interés del Gobierno en no perturbar a los agentes económicos- pero se prescinde de los colaboradores más ligados a la izquierda. El consenso general es que el relevo se ha acelerado por la protesta en la región de Cajamarca, que se levantó contra un proyecto de explotación minera y llevó al Gobierno a declarar el estado de emergencia.
Sea como sea, los cambios han puesto en estado de alerta a los activistas LGTB, que han lamentado el alejamiento de la feminista de izquierda Aída García-Naranjo y han señalado con gran preocupación que la nueva ministra de la Mujer, Ana Jara, sea una abogada evangélica fundamentalista contraria a la despenalización del aborto y al reconocimiento de los derechos de las parejas homosexuales. Se teme que Jara, quien es también parlamentaria por la Región Ica, no continúe o demore acciones emprendidas por su predecesora como el Plan Nacional de Igualdad de Género.
Por lo pronto, en Facebook se ha creado un página llamada “No a una ministra de la Mujer fanática religiosa” y un grupo de organizaciones de lesbianas ha difundido un comunicado en el que expresan que «nos preocupan los cambios inesperados ocurridos el último fin de semana, que han llevado a la cartera de este Ministerio a una persona que no garantiza la necesaria separación de sus creencias religiosas y su actuar como funcionaria de un Estado laico». Las organizaciones convocan a «estar alertas y vigilantes para tomar las acciones pertinentes a fin de asegurar el cumplimiento y continuidad de los acuerdos y avances trabajados con la gestión anterior».
La nueva ministra trata de calmar los ánimos
Alertada de la desconfianza manifestada por organizaciones feministas y LGTB, la nueva ministra ha declarado a los medios que sabe perfectamente «separar lo que son mis convicciones religiosas de mi trabajo. En casi cinco meses que tengo como congresista no he tenido ninguna iniciativa legislativa que tenga que ver con temas de carácter religioso”. Ana Jara, que invocó «a Dios» al asumir su nuevo cargo, agregó que «seré respetuosa de todos los credos sin hacer ningún tipo de discriminación. Eso marcará la era de la tolerancia y el trabajo en conjunto”.
Los evangélicos son integristas, están empeñados en llevar sus creencias al ámbito público e imponerlas, estas personas deben de ser apartadas de los órganos de poder mientras mantengan esta actitud.
Maldito Ollanta Humala, maldito seas (se que no me puedes leer evidentemente)…pero eres un maldito traidor a las clases pobres, y a las clases obreras que te llevaron a ser presidente.
Cuando te hicieron presidente prometiendo grandes cambios en Peru, mantienes a un ministro de economia que quiere seguir entregando las riquezas de Peru a los yankis y a los Europeos (a saber cual mas ladron) y encima llenas el gabinete de evangelicos, de retrogrados y derechistas varios….de verdad que a los traidores no se los quiere en ningun lado.
LA VERDAD SOY RESPETUOSA DE LAS OPINIONES VERTIDAS EN ESTE MEDIO, PERO PEDIRE QUE LO HAGAN CON RESPETO YA QUE LOS NIÑOS TAMBIEN LO LEEN,EN CUANTO SI INGRESO UNA MINISTRA EVANGELICA O CATOLICA NO ES TEMA DE DISCUSION CADA UNO TIENE DERECHO A SU PROPIA OPCION ASI QUE ESTE COMENTARIO ESTA FUERA DE TODO CONTEXTO AL FINAL TODOS AMAMOS A UN SOLO DIOS NO CREEN, A LO QUE NO PODEMOS DESVIAR NUESTRA ATENCION, POR QUE LO PRIORITARIO ES ESTAR EXPECTANTES DEL TRABAJO QUE REALICEN EN BIEN DEL PAIS Y CLARO TODOS NO VAMOS A ESTAR DE ACUERDO PERO MI EXPERIENCIA POLITICA ME DICE QUE HAY QUE SER TOLERANTES Y BRINDARLES LA OPORTUNIDAD PARA QUE DEMUESTREN EL POR QUE EL PRESIDENTE LES CONFIO LAS CARTERAS RESPECTIVAS A FIN DE INICIAR EL PROCESO DE LA DIFERENCIA E INTELIGENCIA OBIAMENTE ACOMPAÑADO DE LA EXPERIENCIA CAPACIDAD Y CONOCIMIENTO BASADO EN LA SENSIBILIDAD HUMANA Y LA IMPLICANCIA DE LOS MISMOS CON EL PERU, TODO BUEN POLITICO (A) TIENE EL DEBER DE PREPARARSE Y SOBRE TODO CONOCER MUY BIEN LA PROBLEMATICA DEL PAIS Y BUSCAR ALTERNATIVAS DE SOLUCIONES A CORTO PLAZO PERO HACERLE EL SEGUIMIENTO RESPECTIVO PARA PODER DARLES SOLUCION A LOS QUE LO REQUIRIERON EN SU MOMENTO, LA VERDAD ES MI HUMILDE SUGERENCIA ESTOY PARA APORTAR MIS IDEAS TRABAJO Y SOBRE TODO MI EXPERIENCIA POLITICA DE TANTOS AÑOS ININTERRUMPIDOS EN BIEN DE MI PAIS
Perdoname Yessica, pero no todos amamos al mismo dios y de hecho no todo el mundo cree en dios.
Que mania la de estos evangelicos que se creen que todos somos iguales y que los que no amana a dios son unos herejes. que pesados!!!
A este paso, deberían pedirse como requisito que para ser congresista o ministro el ser ateo. ¿acaso estado laico es un estado ateo? Por si no lo saben, 93% de peruanos se declaran cristianos. Déjenla a la ministra con sus creencias (has pudiera creer en el dios sol), una es su convissión personal y otra lo que deberá hacer en su cargo… basta de ataques a los religiosos…
Creo que en nuestro país existe la libertad de credo; por lo tanto vivimos en un país democrático ¿hasta cuando cuestionaremos, sin antes de analizar prudentemente una situación? Es algo maravilloso saber que una mujer cristiana pueda dirigir uan gran responsabilidad, más aun cunado tenga una gran convicción de fe. es hora pues que nuestro país deje a un lado aquellas filosofías mundanas, que lo único que hanhecho es traer desgracias. el Cristianismo es una gran virtud que cualquier hombre no puede conseguirlo, sino aquellos que creen sin necesidad de ver. «no hay peor ciego que el que no quiera ver»