Según los aficionados ingleses, clubes y agentes de los jugadores son los responsables de la falta de visibilidad gay en el fútbol profesional

Clubes de fútbol y agentes de los futbolistas serían los principales responsables de la casi total ausencia de jugadores profesionales abiertamente gays. Así lo sugiere una encuesta realizada en Reino Unido a 3.500 aficionados al fútbol. El estudio, publicado en la revista Journal of Sport & Social Issues, desmiente, al menos sobre el papel, el tópico de que los aficionados a este deporte aceptarían mal la salida del armario de los jugadores profesionales.

De acuerdo al estudio sociológico llevado a cabo por la Universidad de Staffordshire (cuyo abstract puedes consultar pinchando aquí), más del 90% de los encuestados se muestra dispuesto a apoyar a un jugador abiertamente gay y rechaza de plano la homofobia en el mundo del fútbol. Alrededor del 40% responsabiliza directamente a los clubes de fútbol y a los agentes de los propios futbolistas de que aquellos que son gays permanezcan en el armario por una cuestión de imagen. «Los futbolistas gays han sido hasta ahora reticentes a salir del armario. Sus razones para permanecer en silencio tienen más que ver con la propia industria del fútbol que con los aficionados», opina al respecto el profesor Ellis Cashmore, autor del estudio. «Muchos aficionados se sienten incómodos con la concepción popular de que el fútbol es un entorno homófobo. Se trata de una impresión, según creen, que se mantiene debido al código de silencio impuesto por los agentes y los clubes», añade.

Los resultados de la encuesta han sido criticados por Mel Stein, presidente de la asociación que agrupa a los agentes de futbolistas ingleses, que considera absurdo pensar que ellos presionan a sus representados para evitar que hagan pública su homosexualidad. «En pleno siglo XXI creo que un affaire heterosexual es bastante más dañino para la imagen de un jugador que el conocimiento de la homosexualidad por lo que a los patrocinadores se refiere», ha justificado.

División de opiniones entre los propios futbolistas

Lo cierto es que resulta llamativa la ausencia casi total de jugadores de fútbol profesionales fuera del armario. Recientemente nos hemos hecho eco de dos casos, pero no deja de tratarse de futbolistas poco conocidos a nivel mundial: el estadounidense David Testo y el sueco Anton Hysén. Aún así, constituyen los dos únicos casos relevantes conocidos tras el de Justin Fashanu (en la foto), probablemente el único futbolista profesional de primera línea que reconoció abiertamente su homosexualidad mientras se encontraba en activo. Una visibilidad que le condujo al ostracismo y finalmente al suicidio.

Hoy día, entre los propios futbolistas hay división de opiniones, pero poco a poco parece que va abriéndose camino una corriente de opinión favorable a la visibilidad. No sin dificultades: en los últimos meses hemos conocido opiniones contrarias, como la del presidente del sindicato de futbolistas italianos, Damiano Tommasi, o la del capitán de la selección alemana de fútbol, Philipp Lahm. Pero también se escuchan voces favorables. En noviembre del año pasado, el delantero alemán Mario Gómez aconsejaba precisamente lo contrario que su compañero Lahm: que los futbolistas expresaran abiertamente su orientación sexual para que pudieran jugar liberados. En la misma línea se manifestaba el portero Manuel Neuer, afirmando que salir del armario “les quitaría un peso de encima“. El presidente de la Federación Alemana de Fútbol, Theo Zwanziger, se mostró igualmente dispuesto a apoyar a los jugadores que salgan del armario.

En España, por ahora, contamos con la opinión favorable de Carlos Marchena, quien en 2008 se mostró además a favor del matrimonio entre personas del mismo sexo. También Gerard Piqué, a raíz de una famosa foto con Ibrahimovic, opinó sobre la presencia de futbolistas homosexuales: “Los hay, seguro… pero callan por el entorno machista del fútbol. ¡Ojalá puedan decirlo -o no- sin que nadie se meta con ellos!”.