Barcelona: un brote de linfogranuloma venéreo desata las alarmas sobre el incremento de prácticas sexuales de riesgo sin protección

Centros sanitarios del área de Barcelona están en alerta tras la confirmación por parte de la Agencia de Salud Pública de Barcelona (ASPB) de un brote de linfogranuloma venéreo, una infección de transmisión sexual que estaría afectando muy especialmente (aunque no en exclusiva) a varones homosexuales que presentan además infección por VIH. El mantenimiento de relaciones sexuales sin protección aparece como el factor fundamental que explicaría el brote.

En 2011 se registraron en Barcelona 72 casos, lo que supone la mayor incidencia en los últimos treinta años. Fue en 2007 cuando se empezó a registrar de nuevo un aumento de una enfermedad que prácticamente había desaparecido en las últimas décadas. Desde entonces se han registrado 146 casos. Si bien el número de afectados es mínimo en relación con el número de portadores del VIH (según la ASPB en Barcelona hay unos 15.000) el brote preocupa a los expertos. “No es una afección masiva pero hay un exceso de relajación ante estas enfermedades venéreas que debemos controlar”, ha explicado Patricia Garcia de Olalla, del servicio de Epidemiología de la ASPB. Los investigadores vinculan este brote, que también se registra en otras grandes ciudades europeas como Londres o Berlín, con el auge de encuentros sexuales anónimos promovidos desde redes sociales en los que no se adoptarían las precauciones adecuadas.

El linfogranuloma venéreo es una infección sexual causada por la bacteria Chlamydia trachomatis, que se transmite a través del sexo anal, vaginal y oral sin protección. También por el uso compartido de juguetes sexuales sin desinfectar. Se manifiesta entre los tres y los treinta días posteriores al contacto, normalmente como una pequeña lesión indolora localizada en pene, recto, vagina, boca o garganta (dependiendo de la puerta de entrada). La lesión desaparece en pocos días, pero la enfermedad sigue progresando y en el plazo de 2 o 3 semanas se extiende a los ganglios vecinos, que se vuelven dolorosos (más información en la ficha de la enfermedad elaborada por la ASPB, que puedes descargar pinchando aquí). Afortunadamente responde a tratamiento antibiótico. «La enfermedad en sí no es un problema pero suele ir ligada a otras dolencias más graves provocadas por mantener relaciones sexuales sin protección”, subraya la doctora Gemma Martín Ezquerra, del hospital del Mar de Barcelona.