Cara y cruz en la India: ataque homófobo en Delhi, flashmob en Bombay
Cara y cruz de una realidad difícil y esperanzadora al mismo tiempo, la de las personas LGTB en la India. Un gigante de más de mil doscientos millones de personas en el que la propia legalización de las relaciones homosexuales, precipitada por la decisión de un tribunal hace ya más de dos años, pende todavía de un hilo. Dos vídeos, uno de un ataque homófobo y otro de un flashmob que antecede a la celebración del Orgullo LGTB de Bombay, son buena muestra de ello.
El primero de los vídeos muestra el salvaje ataque del que fue objeto hace unos días el artista abiertamente gay Balbin Krishan, autor de composiciones de naturaleza homoerótica, durante una exposición de su obra en una galería de Nueva Delhi. La grabación muestra como el propio artista está dando explicaciones sobre las obras expuestas cuando por sorpresa se acerca un enmascarado, destroza una de ellas y luego lo golpea en la cabeza. Todo apunta a que se trata de un ataque de carácter homófobo promovido por fundamentalistas hindúes, que ya habían amenazado a Krishan a través de llamadas anónimas en las que le acusaban de «difundir la homosexualidad»:
Mucho más agradable resulta el segundo vídeo, pese a su deficiente calidad, que muestra un flashmob que a ritmo de Bollywood un grupo de activistas LGTB han llevado a cabo en Bombay, como parte de los actos que están teniendo lugar durante toda esta semana como preludio a la celebración de la marcha del Orgullo LGTB que tendrá lugar este sábado, en la que se esperan varios miles de asistentes.
«I am gay. That’s ok. I am a lesbian. That’s ok», terminan coreando los participantes:
Una realidad compleja
Poco a poco la realidad LGTB india va ganando visibilidad, más de dos años después de que el Alto Tribunal de Delhi declarara inconstitucional la prohibición de las relaciones homosexuales, vigente desde la época colonial británica. Desde dicho fallo las relaciones homosexuales se consideran legales, pero se vive una situación de provisionalidad que la Corte Suprema, ante la que la decisión fue apelada, se resiste a resolver definitivamente. Ya en abril de 2011 decidió postponer el proceso, y a principios de noviembre volvía a retrasarlo hasta febrero de 2012.
La despenalización cuenta con la oposición de sectores tradicionales y religiosos, tanto del ámbito hindú como del musulmán o del católico, pero las perspectivas parecen en todo caso favorables. Ya en su momento la Corte Suprema se negó a paralizar cautelarmente la sentencia, y pidió al Gobierno indio que se pronunciara. El Gobierno declinó recurrir y decidió esperar a que la Corte se pronuncie sobre los recursos planteados por otras instancias.
Más allá de la despenalización de las relaciones homosexuales, que parece dificílmente reversible, la situación de las personas LGTB en la India no es precisamente fácil. En dosmanzanas hemos recogido algunos ejemplos, como las amenazas de muerte a una pareja de lesbianas por parte de sus propias familias (que las hicieron merecedoras de protección policial) o la complicada situación de los llamados eunucos o hijras (en su mayoría, mujeres transgénero que viven en la miseria) sometidas habitualmente a acoso y discriminación.