Diatriba homófoba del arzobispo de Santo Domingo, Nicolás de Jesús López
El arzobispo de Santo Domingo, cardenal Nicolás de Jesus López, ha expresado con fiereza su oposición a que se reconozcan derechos a las parejas del mismo sexo, singularmente el matrimonio. En un tono marcadamente despectivo, el más importante jerarca católico de la República Dominicana ha acusado a los políticos favorables a los derechos LGTB de formar parte de una «confabulación mundial» y de buscar «votos espurios de homosexuales y lesbianas». La primera dama del país, Margarita Cedeño, se mostraba de acuerdo con las palabras del arzobispo.
«Están todos confabulados, porque hay unos cuantos intereses mundiales que están justamente queriendo llevar… buscando votos espurios de homosexuales y lesbianas para decir que todo es igual. ¡No es igual, mentira! ¡Farsantes, no es verdad ni puede serlo que una pareja de dos señores o dos señoras tengan derecho a estar estableciendo relaciones… con la razón peor de todo!«, expresaba el arzobispo de Santo Domingo durante el acto de presentación del denominado Centro de Formación Integral Juventud y Familia, una institución que pretende formar a los futuros líderes del país en valores católicos. Vemos la grabación de sus declaraciones:
«Yo pienso que las familias deben estar compuestas por un hombre y una mujer y que efectivamente hombres y mujeres tienen la responsabilidad de criar, educar y formar a nuestros hijos», opinaba por su parte Margarita Cedeño, esposa del Presidente de la República Dominicana Leonel Fernández, también presente en el acto. Cedeño pertenece al Partido de la Liberación Dominicana, un partido de centro-izquierda, y aspira además a la vicepresidencia del país en las próximas elecciones, formando tándem con el candidato presidencial Danilo Medina.
La República Dominicana no concede reconocimiento jurídico alguno a las parejas del mismo sexo, lo que no impide que los sectores homófobos carguen cada cierto tiempo contra los derechos LGTB. Hace pocos meses recogíamos, por ejemplo, cómo el presidente de la Junta Central Electoral de ese país daba orden de no permitir ni siquiera celebrar en hoteles ceremonias simbólicas de unión entre personas del mismo sexo, pese a tratarse de ceremonias privadas sin valor legal alguno. Ya entonces el arzobispo de Santo Domingo exigía que se sancionase a estos hoteles.
Gracias amigos de dosmanzanas, por publicarlo.
En mi país (Dominicana), aunque todo el mundo vio ese video, los medios de comunicación no mostraron la respuesta de la comunidad LGBT. Hay mucho miedo de los mismos dirigentes del colectivo LGBT y de las televisoras, a decir cualquier cosa en contra de Margarita, pues su esposo es el que tiene el poder.
Después de tres días de lo ocurrido, miren que me respondió el presidente de unas de estas organizaciones: «estamos mirando como es la mejor manera de actuar en estos momentos electorales». Con esta respuesta esta todo claro, se quedaran callados y el porqué.
Pero es que nunca se defienden, el año pasado expulsaron a un equipo LGBT de voleibol del centro olímpico, un equipo de 30 años de fundado y también se quedaron callados.
Me siento tan impotente.
Este arzobispo como muchos otros debería preocuparse por los casos de corrupción que han saltado en el vaticano apoyados por su patriarca Ratzinger, antes de esas afirmación debería valorar:
1.- las múltiples formas que los propios heterosexuales adoptaron para usar el matrimonio como el matrimonio de conveniencia, de interés, concertado, entre adultos y con menores con la bendición de la iglesia, etc… todo eso y mucho más ha convertido a esa institución en un fracaso y los responsables son únicamente los que podían beneficiarse de ella.
2.- Los múltiples recorridos afectivos entre heterosexuales como la violencia de género, asesinatos machistas, violaciones a parejas y a hij@s en el propio seno familiar…
3.- Negarnos a nosotros nuestros derechos legales, sociales y personales como consecuencia de los que ustedes no han sabido hacer con honestidad a lo largo de la historia es perverso e inhumano y hablar como lo hacen es nauseabundo.
Notesé que ya no solo van en contra del matrimonio igualitario y ni siquiera se quedan en sus locas conspiranoias, sino que ya ni siquiera tenemos derecho a establecer relaciones porque nuestra libertad de asociación «es una farsa».
Eso de que la ICAR acepta gays siempre y cuando no tengan sexo con otra persona de su mismo género (igual de reprochable y contradictoria) si que es falsa, una merolicada que repiten los propagandistas católicos para encubrir el hecho de que en realidad al propio deseo por las personas del mismo sexo lo consideran «desordenado e intrínsecamente perverso en sí mismo». Como sea, la ICAR no fue, no es y nunca será nadie para tener autoridad de decir «que vale y que no vale», que «es correcto o incorrecto» o «que es moral o inmoral», por infinidad de razones…