El candidato socialista a la Presidencia de Francia incluye en su programa oficial el matrimonio entre personas del mismo sexo
Aunque el Partido Socialista francés lo había adelantado hace meses, ya forma parte del programa oficial de su candidato a la Presidencia de la República, François Hollande. Es el compromiso nº 31 de los 60 en los que ha condensado sus intenciones en caso de llegar al Elíseo: «abriré el derecho al matrimonio y a la adopción a las parejas homosexuales».
Francia celebra en pocos meses elecciones presidenciales (22 de abril la primera vuelta, 6 de mayo la segunda) y legislativas (10 de junio la primera vuelta, 17 de junio la segunda). En ambas, las encuestas a día de hoy dan como ganador a los socialistas, si bien en el caso de las presidenciales la ventaja de Hollande no es suficiente como para hacer un pronóstico seguro. No son pocos los observadores que consideran que el candidato conservador, Nicolas Sarkozy, sigue contando con posibilidades reales de victoria frente a Hollande. Tampoco es del todo descartable que sucedan sorpresas: Marine Le Pen, candidata de la extrema derecha, aspira a «colarse» en la segunda vuelta como ya hiciera su padre en 2002.
Sea como sea, todo apunta a que la discusión sobre el matrimonio entre personas del mismo sexo será uno de los puntos calientes de la próxima legislatura francesa, teniendo además en cuenta que incluso entre los conservadores comienzan a escucharse voces a favor. Hace pocos días, de hecho, recogíamos como el diario Libération atribuía en portada al propio Sarkozy la voluntad de incluirlo en su programa, una noticia que en realidad era incorrecta y que algunos interpretaron como un intento de jugar al despiste sobre el tema por parte del entorno de Sarkozy.
No se trata de la primera vez que los socialistas franceses defienden en un proceso electoral el matrimonio entre personas del mismo sexo. Ya lo hizo su anterior candidata presidencial, Ségolène Royal, en 2007, pero sin contar entonces con un apoyo sólido por parte de su partido. El mayor compromiso de los socialistas franceses con los derechos LGTB venía materializándose, de todas formas, a lo largo de los últimos años, sobre todo a nivel municipal.
Aunque no le ha pillado de sorpresa, Gilles Bon-Maury, presidente de Homosexualités et Socialisme (grupo LGTB de los socialistas franceses), ha mostrado su entusiasmo por el compromiso «sin ambigüedad» de Hollande.
El PACS, fuente de múltiples discriminaciones
Las parejas del mismo sexo en Francia solo pueden optar hoy día a firmar un PACS (Pacte Civile de Solidarité), un contrato entre dos personas adultas (con independencia de su relación afectiva) que regula su vida en común.
Impulsado en 1999 por el entonces Gobierno socialista de Lionel Jospin, cuando todavía ningún país del mundo celebraba matrimonios entre personas del mismo sexo, hoy ha quedado profundamente desfasado y es fuente de multitud de casos de discriminación, algunos de los cuales hemos recogido en dosmanzanas: negativas a celebrarlos en Ayuntamientos, juzgados que niegan a la madre no biológica el derecho a visitar a su hija tras su ruptura con la madre biológica, prohibición de acceder a las técnicas de reproducción asistida, denegación del derecho a la pensión de reversión (un beneficio de que gozan la parejas casadas francesas mediante el cual el viudo o viuda de un cónyuge fallecido recibe una cantidad de dinero en función de la cuantía de la pensión de jubilación de este), etc.
Cada día más naciones se unen al reconocimiento de nuestros derechos. Me gustaría que lo pudieran ver todas las personas que se dejaron la vida el la lucha antes que nosotros. Mujeres y hombres a quienes no debemos olvidar jamás.