El Gobierno de Canadá considera ahora nulos miles de matrimonios entre personas del mismo sexo celebrados por ciudadanos extranjeros (ACTUALIZADA)
El Gobierno federal de Canadá, presidido por el conservador Stephen Harper, considera nulos miles de matrimonios entre personas del mismo sexo contraídos en su país por ciudadanos extranjeros, que temen ahora verse precipitados a una situación de inseguridad jurídica de impredecibles implicaciones legales y económicas. Es el mayor ataque a los derechos LGTB en Canadá desde que una serie de decisiones judiciales abrieron las puertas al matrimonio entre personas del mismo sexo en 2003.
La noticia fue revelada por el diario Globe and Mail, que tuvo acceso a un documento presentado por el abogado del Departamento federal de Justicia Sean Gaudet ante el juez que examina una demanda de divorcio presentada por dos mujeres, una inglesa y otra estadounidense, que se casaron en Toronto en 2005 y que ahora han presentado una demanda de divorcio ante un juzgado de esa ciudad. En su documento, el Departamento de Justicia afirma que las dos mujeres nunca estuvieron en realidad casadas porque «los matrimonios entre personas del mismo sexo son válidos en Canadá solo si son también legales en los países de origen de ambos cónyuges«.
Canadá aprobó el matrimonio igualitario a nivel federal en julio de 2005 (prácticamente al mismo tiempo que España), aunque algunas provincias canadienses ya lo celebraban desde dos años antes por decisión judicial. La ley fue aprobada con el apoyo de la mayoría de los liberales, de los socialdemócratas y de los nacionalistas quebequeses, y con la oposición de los conservadores. Desde entonces se han celebrado unas 15.000 bodas, 5.000 de ellas entre ciudadanos extranjeros, sobre todo de Estados Unidos, país en el que residiría el mayor número de posibles damnificados. Entre los matrimonios afectados se encuentra, por ejemplo, el del columnista Dan Savage, que ha denunciado haber sido «divorciado de la noche a la mañana«.
Lo ocurrido ha desatado una importante reacción. En su editorial, el Globe and Mail ha acusado al Gobierno conservador de atacar la igualdad de los ciudadanos LGTB. El exalcalde de Toronto David Miller ha denunciado por su parte que el Gobierno Harper actúa «de forma solapada» contra los derechos civiles, mientras que el líder provisional del Partido Liberal, Bob Rae, ha calificado la actuación del ejecutivo federal de «descabellada y ilógica«.
El Gobierno, por su parte, intenta desactivar la polémica. El ministro de Justicia Rob Nicholson ha asegurado que se legislará para resolver la situación y permitir a “todas las parejas casadas en Canadá divorciarse en Canadá” pero no ha despejado las dudas sobre la legalidad de los matrimonios ya celebrados. El primer ministro Harper, que antes de las últimas elecciones federales celebradas en mayo se había comprometido a no revisar la ley del matrimonio, ha repetido que su Gobierno no quiere reabrir el debate sobre los derechos civiles, pero lo ocurrido ha vuelto a sembrar la duda sobre sus verdaderas intenciones. No faltan, de hecho, los que piensan que el Gobierno tiene una agenda oculta y está preparando un viraje conservador. Hace tan sólo unas semanas el ex primer ministro liberal Jean Chrétien había advertido de los peligros que amenazan los derechos civiles y, en particular, el matrimonio igualitario y la ley del aborto.
Grupos LGTB de Estados Unidos hacen un llamamiento a la calma
En un comunicado conjunto emitido este viernes, varias organizaciones LGTB y de defensa de los derechos civiles de Estados Unidos (Lambda Legal, National Center for Lesbian Rights, American Civil Liberties Union, Gay & Lesbian Advocates & Defenders y Freedom To Marry) han hecho un llamamiento a la calma a los ciudadanos estadounidenses que pudieran verse afectados. «Ningún matrimonio ha sido invalidado ni es previsible que lo sea. La posición adoptada por un abogado del Gobierno en un caso de divorcio no sienta precedente por sí misma. Ningún tribunal ha aceptado este punto de vista y no existen razones para creer que los tribunales de Canadá o su Parlamento coincidan con esa posición, que nadie ha sostenido durante los ocho años en los que que las parejas del mismo sexo disfrutan de la libertad para contraer matrimonio en Canadá», reza el comunicado. «El mensaje para las parejas del mismo sexo casadas en Canadá sigue siendo el mismo que el que para todas las parejas del mismo sexo casadas legalmente en Estados Unidos: hay que adoptar todas las precauciones posibles para proteger la relación mediante documentos legales, como poderes notariales o documentos de adopción, en tanto es posible que tengan que viajar a jurisdiccciones que no respetan tu estatus jurídico», continúa el comunicado.
Desde Marriage Equality USA, por su parte, se ha hecho un llamamiento al Gobierno canadiense para que despeje lo antes posible cualquier duda sobre la validez de los matrimonios entre personas del mismo sexo celebrados en el país. «Hacemos un llamamiento al Departamento de Justicia de Canadá para acabar hoy mismo con esta confusión y restaurar la posición de Canadá como líder mundial en la igualdad y la justicia para todas las parejas», ha expresado su director de comunicación, Stuart Gaffney.
Actualización (14/01/2011)
Ante la avalancha de críticas, internas y externas, generadas por la noticia, el ministro de Justicia ha confimado que todos los matrimonios entre personas del mismo sexo celebrados en Canadá seguirán siendo considerados válidos por las autoridades del país. Según argumenta ahora Rob Nicholson, todo se ha tratado de una «confusión» derivada de la existencia de un vacío legal por lo que a los periodos de residencia exigidos para contraer matrimonio y divorciarse se refiere, que permitía interpretar que los matrimonios celebrados por nacionales de países que no reconocen el matrimonio igualitario en su territorio no eran válidos.
Nicholson ha afirmado, de todas formas, que reformarán lo antes posible la ley para cerrar ese vacío legal y evitar problemas futuros.
Ampliaremos la información en futuras entradas.
Pues según el Ministro de Justicia, son válidos:
http://www.theglobeandmail.com/news/politics/justice-minister-declares-all-same-sex-marriages-legal-and-valid/article2301691/
Si no me equivoco, la legislación canadiense exige que para divorciarse es necesario que uno de los miembros de la pareja haya residido legalmente al menos durante un año en el país inmediatamente antes de la solicitud de divorcio. Supongon que los conservadores se agarran a eso para argumentar lo que argumentan.