FELGTB y ALEAS IU condenan en sendos comunicados el discurso homófobo del Papa
La Federación Estatal de Lesbianas, Gays, Transexuales y Bisexuales (FELGTB) y el Área de Libertad de Expresión Afectivo-Sexual (ALEAS) de Izquierda Unida han emitido sendos comunicados de condena de las palabras de Joseph Ratzinger, que aprovechó la audiencia anual al cuerpo diplomático acreditado ante la Santa Sede para atacar el matrimonio entre personas del mismo sexo, que consideró una amenaza para el porvenir de la humanidad.
La FELGTB exige respeto hacia las personas LGTB y pide al Presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, una condena explícita a las palabras del Papa. Por su parte, ALEAS IU exige al Gobierno la ruptura inmediata del Concordato con el Vaticano. Reproducimos ambos comunicados:
FELGTB
La FELGTB exige al Vaticano un mayor respeto hacia las personas lgtb y pide igualmente al Gobierno de Rajoy una condena explícita de estas palabras y que solicite una explicación ante la impasibilidad de la diplomacia española en el Vaticano, así como el rechazo por parte de las comunidades católicas.
Según Antonio Poveda, presidente de FELGTB, “estas palabras son despreciables, no son más que otra demostración del odio irracional que el Sr. Ratzinger tiene hacia las personas homosexuales. El problema es que estas palabras sirven de justificación a muchos fundamentalistas católicos para ejercer violencia hacia nosotras y nosotros, y alimenta el rechazo social y la discriminación. La incitación al odio sí es una amenaza para la humanidad”.
La FELGTB volverá a solicitar una reunión con la Conferencia Episcopal Española, por tercera vez en poco más de un año, para denunciar este acoso permanente de la jerarquía católica y la situación de discriminación que están viviendo las personas LGTB en muchas comunidades católicas.
Para Juan Antonio Férriz, coordinador del Área de Asuntos Religiosos de FELGTB, “condenar la homosexualidad es irracional, contradice el conocimiento científico actual e insulta la inteligencia humana, atenta contra los Derechos Humanos y la dignidad de las personas, incluso supone una amenaza para la vida de muchas personas, destruye nuestras familias y las de nuestro alrededor, y va en contra de la creación de Dios. En lugar de liberar a la persona, con estas afirmaciones la religión se convierte en una estructura jerárquica represora que quiere controlar a la sociedad en todos los ámbitos. Eso no tiene nada que ver con Dios, sino más bien con el egocentrismo y el sentimiento absolutista de unos cuantos purpurados que han sido asignados a dedo. Desde el Área de Asuntos Religiosos de la FELGTB creemos en un Dios que nos quiere libres de cargas, no llenos de culpa y condenación por algo que es una característica más de la persona, incluso un don, como han señalado destacadas personas como Desmond Tutu, premio nobel y arzobispo anglicano en Sudáfrica, o recientemente Hillary Clinton en su discurso en la sede de Naciones Unidas”.
ALEAS IU
Ante estas nuevas declaraciones homófobas, ALEAS IU exige una “rectificación pública y urgente” por parte de los representantes eclesiásticos, así como una condena “firme y unánime” por parte de las instituciones democráticas de nuestro país.
Para ALEAS IU “los repetidos ataques de la jerarquía católica contra los derechos de la diversidad sexual y familiar ejemplifican las posiciones de una institución retrógrada, caduca, intolerante y antidemocrática, en perfecta conexión con las posturas homófobas del Partido Popular”. Desde este área de IU reafirman su sólido compromiso con lesbianas, gays, transexuales, bisexuales e intersexuales y aseguran que “seguirán trabajando, junto al movimiento LGTB, para defender los derechos conquistados y hacer frente a las embestidas contra la igualdad y la diversidad”.
ALEAS IU opina que “la ansiada igualdad social y real para el colectivo LGTB no será posible sin una sociedad y un Estado verdaderamente libres de imposiciones religiosas”. Por ello, reclama la necesaria construcción de un Estado laico, “que no financie con dinero público instituciones declaradamente homófobas y machistas, como la Iglesia católica”, y la derogación inmediata del Concordato (1953) y los acuerdos (1979) que España mantiene con el Vaticano.