«Libération» afirma, de forma errónea, que Sarkozy estudia incluir en su programa el matrimonio entre personas del mismo sexo

Polémica en Francia a cuenta de la publicación por el diario Libération de un desafortunado reportaje cuyo titular sugiere que Nicolas Sarkozy podría introducir el matrimonio entre personas del mismo sexo en su programa electoral. Lo cierto es que la información es errónea (como una lectura atenta del reportaje indica) y además ha sido ilustrada con una portada de muy dudoso gusto, que caricaturiza a Sarkozy junto a un hombre de estética leather.

La portada habla por sí sola de la escasa sensibilidad de Libération (de tendencia progresista) hacia la realidad de las familias homoparentales, que se enfrentan en Francia a multitud de problemas derivados de la falta de reconocimiento pleno de sus derechos. En dosmanzanas hemos recogido varios casos de discriminación: negativas a celebrar uniones civiles en Ayuntamientos, juzgados que niegan a la madre no biológica el derecho a visitar a su hija tras su ruptura con la madre biológica, prohibición de acceder a las técnicas de reproducción asistida, denegación del derecho a la pensión de reversión (un beneficio de que gozan la parejas casadas francesas mediante el cual el viudo o viuda de un cónyuge fallecido recibe una cantidad de dinero en función de la cuantía de la pensión de jubilación de este), etc.

En cualquier caso, a algunas personas la portada les podría resultar hasta simpática… de ser cierta. Según el artículo, lo que Sarkozy se estaría planteando es, simplemente, resucitar su ya incumplida promesa electoral de mejorar el PACS (Pacte Civile de Solidarité) para convertirlo en una unión que otorgue a las parejas del mism sexo derechos más próximos a los del matrimonio entre heterosexuales (dejando fuera, por ejemplo, la adopción). Nada que ver por tanto con la apertura del matrimonio a las parejas del mismo sexo, algo que sí ha  prometido ya el Partido Socialista francés en caso de victoria en las elecciones presidenciales y legislativas de este mismo año (y que algunos dirigentes conservadores también apoyan).

Por si existía alguna duda, la propia portavoz del Gobierno francés, Valérie Pécresse, ha desmentido este mediodía que Sarkozy haya modificado un ápic su posición contraria al matrimonio igualitario.

Desde el Partido Socialista francés ya se ha denunciado lo que consideran una estrategia calculada del entorno de Sarkozy de la que Libération habría sido colaborador, voluntario o involuntario. Primero se lanza una bomba informativa que siembra dudas entre el electorado progresista (de hecho, no pocos políticos de la izquierda han entrado al trapo a primera hora de la mañana acusando a Sarkozy de electoralismo), para posteriormente salir a tranquilizar al electorado más conservador. La confusión interesada entre matrimonio y unión civil queda instalada, eso sí, en una parte de la opinión pública.

Ante las dudas, Nicolas Gougain, portavoz de Inter-LGBT (organización que agrupa a organizaciones LGTB de todo el país) ha dejado ya clara la posición del colectivo: absoluto rechazo de cualquier tipo de unión civil y exigencia de que el matrimonio se abra de forma plena y sin restricciones a todas las parejas, con independencia de su orientación sexual.