Mitt Romney ha donado 35.000 dólares a organizaciones homófobas y tránsfobas
Mitt Romney, el considerado hasta ahora favorito para alzarse con la nominación republicana a la Presidencia de Estados Unidos, ha contribuido a la financiación de dos organizaciones homófobas y tránsfobas, según se desprende del análisis de sus datos fiscales, hechos públicos con motivo de la polémica surgida en torno a los pocos impuestos que paga.
A través de una fundación de caridad vinculada a Romney, este donó en 2006 10.000 dólares al Massachusetts Family Institute, una organización contraria al matrimonio entre personas del mismo sexo, que sostiene que la homosexualidad se puede «curar» y que se opone al desarrollo de programas para combatir el bullying homofóbico en las escuelas. La misma organización promovía hace pocos meses una vergonzosa campaña para oponerse a una ley contra la discriminación de las personas transexuales en Massachusetts, según la cual su aprobación daría vía libre a que pervertidos sexuales pudieran introducirse en los aseos de chicas.
Tres años después, en 2009, la fundación de Romney aportó 25.000 dólares al Becket Found for Religious Liberty, una organización religiosa contraria al matrimonio igualitario que salió en defensa de la iglesia mormona cuando se supo que había cometido irregularidades financieras durante su campaña a favor de la Proposición 8 (la enmienda a la Constitución de California que prohíbe el matrimonio entre personas del mismo sexo). Desde el Becket Found se llegó a comparar a los opositores a la Proposición 8 con terroristas. Conviene recordar, en este punto, que el propio Romney es mormón.
A día de hoy, la pelea republicana ha quedado reducida a cuatro candidatos: Mitt Romney, Newt Gingrich, Rick Santorum y Ron Paul (en esta entrada, que publicábamos tras las primarias de New Hampshire, analizamos sus posiciones por lo que a los derechos LGTB se refiere). En la práctica, y a la espera de lo que suceda en Florida, la lucha parece reducida a dos: el propio Romney y Gingrich, flamante ganador de las primarias de Carolina del Sur, al que las revelaciones sobre su vida privada (su exmujer le acusó de haberle propuesto una relacion matrimonial abierta) no parecen sin embargo haberle pasado factura.
Debería habérselos ahorrado por si alguna vez tiene problemas de salud… el odio no hace ningún bien.
Y este señor, por cierto, es el que se considera moderado.
Ya os podéis imaginar entonces al resto de candidatos.
Por lo visto, los opositores a Obama son todos blancos, fanáticos religiosos -o protestantes, o católicos o mormones; millonarios, homofóbicos a ultranza, y opositores al derecho a que la mujer decida sobre su maternidad. ¿Y racistas? Bueno, incluso un grupo de sacerdotes católicos norteamericanos recientemente pidió a los precandidatos del Partido Republicano que no utilizaran «feos prejuicios racistas» en sus diatribas y discursos. Hasta con eso…
La única manera de cerrarle el paso a los homofóbicos fanáticos religiosos (hoy llamados «fundamentalistas») es que la población americana vote masivamente a favor de la reelección de Barack Obama. El mundo se los agradecerá.