Nuevo suicidio de un adolescente gay, en el día de Año Nuevo
Los padres de Jeffrey Fehr piensan que su hijo se quitó la vida el día de Año Nuevo debido al acoso homofóbico que había sufrido a lo largo de su vida escolar. Fehr tenía 18 años, era abiertamente gay ante sus amigos y su familia, y había sido capitán del equipo de animadores de su instituto en Granite Bay, California. En la actualidad se encontraba bajo tratamiento por depresión y asistía a un nuevo instituto, pero según sus padres los años de acoso le habían dejado una huella demasiado profunda.
“Siempre nos haremos esa pregunta,” declaró su padre, Steve Fehr, “pero lo que sí sabemos con certeza es que durante años y años hubo gente que lo humilló por ser diferente. Eso lo dejó dañado. Le pesaba. Nunca llegó a creerse lo maravilloso que era, y cuánta gente lo quería”. Fehr fue acosado por ser diferente a partir de los 9 años, lo llamaron “maricón” por primera vez a los 12, y el instituto podía ser descrito como un “auténtico infierno”. “Un acosador puede decir algo y olvidarlo en 10 segundos», dijo Steve Fehr. «Pero la gente como Jeff nunca olvida esas palabras”.
Hace tan solo unos días tuvimos que dar la triste noticia de Eric James Borges, otro adolescente LGTB californiano, de 19 años, que también se quitó la vida ante el peso del sufrimiento acumulado.
Descansad en paz.
Noticias Relacionadas
- COLEGA-Murcia asiste al congreso regional de Nuevas Generaciones y felicita a dicha formación por su política LGTB
- Verdades y mentiras
- Calendario de Actividades. Día Orgullo LGTB en Almansa
- El cine LGTB del 69º Festival de San Sebastián: críticas de «El poder del perro», «Sedimentos», «Benedetta», «La ruleta de la fortuna y la fantasía», «Todo ha ido bien», «Benediction», «Competencia oficial», «Camila saldrá esta noche», «Los ojos de Tammy Faye», «La abuela», «Madalena», «Titane», «The Velvet Underground», «I Want To Talk About Duras» y «Ese fin de semana»
- Oh My God!, revista de tirada nacional dirigida a público gay, lanza su primer número
No hay nada que me enfurezca más que leer esta clase de noticias. El dolor y sufrimiento que habra sufrido este chico de 18 años Jeffrey lo ha desbordado y lo ha matado.
Malditos,malditos sean los sembradores de dolor y sufrimiento. Malditos sean los cobardes que tiran la piedra y esconden la mano.Maldito sea por predicar la homofobia Benedicto, su mierda nos llega a todos los seguidores de Jesús de Nazaret. fr. Bernardo Yoel.
En primer lugar no quiero hacer cambiar a nadie de opinión. Cada uno es libre de pensar lo que quiera. En segundo lugar, como futuro docente creo que estos problemas que tienen las personas homófobas contra las personas homosexuales deben ser totalmente destruidos. A veces, una simple palabra puede hacer mucho más daño que la paliza más grande del mundo.
Yo digo lo mismo que en ocasiones anteriores respecto a estos temas y es que el Estado y autoridades son responsables por dejación, pues tiene la obligación de proteger a las víctimas y prestarle su apoyo y asistencia, y castigar a los culpables. Demuestra una gran insensibilidad, yo no entiendo cómo pueden hacerse estudios y estadísticas sobre el acoso y eso no provocar una actuación para su atajamiento y apoyo a las víctimas cuando se verifica que eso ocurre, igual que no entiendo que existan informes sobre el número de chicos gays que son echados de casa y maltratados por su familias sin que haya una respuesta por parte del Estado exigiendo responsabilidades penales y económicas a sus familiares, a la vez que apoyando a las víctimas.
En este caso al menos existían un familia que le quería pero en cualquier caso el suicidio no debe contemplarse pues es una claudicación ante el enemigo, pero está claro que cuando alguien está sumido en el pozo de la depresión es difícil ponerse en su lugar, por eso digo que debe atajarse antes que vaya a más y desde luego prestarle toda la ayuda posible.
Y en este sentido, la sociedad tiene que tomar conciencia que este tipo de actuaciones execrables debe ser confrontadas y purgadas entre todos siendo un asunto de interés general, igual que se cambió de actitud respecto a la violencia de género, entendiendo que no es una cuestión particular sino un problema de todos y que todos deberían aunar esfuerzos en su eliminación. Lo malo en el caso del bullying es que mucha gente cree que es algo normal o incluso deseable para el desarrollo de la persona y en el caso de las actitudes de rechazo y maltrato por familiares piensan que es un asunto estrictamente familiar (alentado además por la creencia de que hay que respetar las ideas homofóbicas, algo que no se hace con el racismo o el odio por cuestiones religiosas o nacionales), llegándose incluso a culpabilizar a las víctimas.