Pekka Haavisto, abiertamente gay, disputará la segunda vuelta de las elecciones presidenciales finlandesas al candidato conservador

Saltó la sorpresa. El candidato verde, Pekka Haavisto, de 53 años y abiertamente gay, disputará en segunda vuelta la Presidencia de Finlandia al candidato conservador, Sauli Niinistö. Haavisto, que cuenta con el destacado apoyo de los jóvenes, podría convertirse en el primer jefe de estado abiertamente gay del mundo.

Pekka Haavisto ha sido diputado, ministro de Medio Ambiente y diplomático, y no solo no oculta su homosexualidad sino que su pareja, el peluquero ecuatoriano Antonio Flores, de 33 años, al que está unido civilmente, ha participado de forma activa en la campaña.

En principio Sauli Niinistö, candidato de la conservadora Coalición Nacional, que se ha alzado con el 37% de los votos en la primera vuelta, parte como el gran favorito para desbancar de la Presidencia a los socialdemócratas, que han ocupado ese puesto durante los últimos 30 años, pero no es descartable que Haavisto, que ha conseguido el 18’8 de los votos, pueda aglutinar en torno a su figura el voto progresista y dar la sorpresa.

Detrás de Pekka ha quedado el candidato del Partido del Centro, Paavo Väyrynen, con el 17’5% de los votos, y Timo Soinen, el líder de los Verdaderos Fineses, el partido de extrema derecha que en las últimas elecciones legislativas dio la gran sorpresa, con el 9’4%  (la extrema derecha sufriría, por tanto, una pérdida muy importante de votos). El candidato socialdemócrata Paavo Lipponen queda relegado a la quinta posición, con un 6’7% de los votos. Los socialdemócratas sufren asi un importante varapalo, y eso que la Presidenta saliente, la también socialdemócrata Tarja Halonen (una gran aliada de los derechos LGTB) deja la jefatura del estado gozando de una gran popularidad entre sus conciudadanos.

Aunque Haavisto no consiga la Presidencia, el mero hecho de pasar a la segunda vuelta puede considerarse un gran éxito para un candidato con su perfil. Cabe esperar que suponga además un importante espaldarazo al avance de los derechos LGTB en un país que lleva un par de años discutiendo la posibilidad de aprobar el matrimonio entre personas del mismo sexo, en la estela de sus vecinos Suecia y Noruega, aunque las expectativas han quedado enfriadas tras el importante ascenso de la extrema derecha en las elecciones de abril. La discusión, de todas formas, sigue sobre la mesa.

Si Haavisto consiguiera alzarse con la victoria, pasaría a la historia como el primer jefe de estado abiertamente homosexual del mundo ((los primeros ministros de Islandia y Bélgica, Jóhanna Sigurðardóttir y Elio Di Rupo, son abiertamente homosexuales y jefes de Gobierno, pero no ostentan la máxima representación de sus respectivos estados). Hace pocos meses lo intentó en Irlanda el independiente David Norris, pero pese a sus buenas expectativas iniciales finalmente quedó en quinta posición con un 6’2% de los votos.