Túnez: un vídeo que supuestamente muestra a un ministro manteniendo relaciones homosexuales desata ola homófoba
Paradojas de la nueva realidad política árabe. Opositores al nuevo Gobierno islamista tunecino salido de las últimas elecciones estarían detrás de la filtración de un vídeo que supuestamente muestra al nuevo ministro del Interior, Ali Larayedh, manteniendo relaciones homosexuales. La difusión del vídeo se suma a la críticas a la salida de prisión del hermano del nuevo ministro de Justicia gracias a una amnistía, pese a que algunos le acusan de haber violado a un joven. Todo apunta a que los opositores al nuevo Gobierno intentarían desprestigiarlo ante la opinión pública usando la homofobia, de la misma forma que los propios islamistas hicieron antes con la actual oposición.
El video, en blanco y negro y de mala calidad, habría sido supuestamente grabado en 1990, durante la estancia en prisión de Ali Larayedh (que estuvo encarcelado por la dictadura de Ben Ali, un regimen que persiguió con saña a los islamistas). El vídeo, colgado inicialmente en YouTube pero que ya no es accesible, podría ser también una falsificación, o ser real pero no involucrar al ministro: el rostro de uno de las los hombres que aparece manteniendo relaciones homosexuales se parece al de Ali Larayedh, pero resulta imposible determinar con certeza si es él. Según el opositor Jalel Brick, el vídeo es auténtico y fue filtrado por un oficial de la Policía secreta tunecina. Al parecer, parte de las fuerzas de seguridad tunecinas siguen siendo las mismas que durante la dictadura y serían hostiles al Gobierno islamista.
En cualquier caso, la difusión del vídeo, unida a la liberación de Naji Behiri, hermano del ministro de Justicia Noureddine Behiri, ha bastado para desencadenar en las redes sociales tunecinas una ola de indignación y fuertes críticas al Gobierno islamista por su supuesta «connivencia con homosexuales y pederastas», términos que además vinculan sin pudor alguno. Pese a la condena oficial de los partidos políticos a lo sucedido, todo apunta a que la oposición intenta sacar partido de la profunda homofobia social para desgastar a los islamistas de Ennahda (“Renacimiento”), un partido que intentarían presentar ante la opinión pública como repleto de homosexuales. Un ejemplo sería, por ejemplo, el montaje fotográfico difundido a través de Facebook (que puedes ver pinchando aquí) y que muestra a dos mujeres, supuestamente dos islamistas que se cubren la cabeza con un velo, dándose un beso junto al logo de Ennahda.
La utilización de la homosexualidad como una forma de desprestigiar a los enemigos políticos ya fue una práctica habitual del régimen de Ben Ali. Y durante la pasada campaña electoral, los propios islamistas habrían acusado a los partidos laicos de organizar «marchas del Orgullo» por utilizar banderas con los colores del arco iris en sus manifestaciones y habrían acusado a varios de los candidatos laicos de sodomía. En definitiva, todos, de una forma u otra, habrían utilizado y estarían utilizando a las personas LGTB como cabeza de turco y como arma arrojadiza.
El Código Penal castiga las relaciones homosexuales
En visperas de las pasadas elecciones, Riad Chaibi, miembro del Comité Político de Ennahda, aseguraba que un triunfo islamista no implicaría que se fuera a perseguir el consumo de alcohol ni castigar el ateísmo o la homosexualidad, pese a que el Código Penal tunecino castiga con penas de hasta tres años de cárcel las relaciones homosexuales. El político tunecino afirmaba entonces que ateos y homosexuales son una realidad en Túnez y “tienen derecho a existir”. Según Chaibi, en el caso de los homosexuales existía además “un problema de dignidad, pues la sociedad los ve como desvalorizados”.
mala noticia, todo el mundo sabe que los homosexuales reprimidos son los peores cuando se trata de avanzar hacia la igualdad