Un corto de tres minutos de duración, «primera película gay» de Bielorrusia
Se trataría, según se ha difundido en la red, de la «primera película gay de Bielorrrusia». Sea o no así, Amor sin fronteras, un bonito cortometraje de tres minutos de duración, supone toda una declaración de intenciones en un país en el que la vida de las personas LGTB no es precisamente fácil.
«En Bielorrusia tenemos un gran problema de visibilidad», ha declarado a Têtu Max Anatsko, uno de sus creadores. «La gente no sabe que existimos», añade Anatsko, que reprocha a la asociación LGTB más importante de Bielorrrusia, GayBelarus, que solo organice actos underground y no sea más activa a la hora de promover el conocimiento público de la realidad homosexual. «Así que, con cuatro amigos y sin presupuesto, he intentado hacer algo distinto, para mostrar que también existimos personas homosexuales aquí, capaces de amar, y que nuestro amor no es diferente al de los heteros», expresa. El cortometraje muestra en paralelo escenas románticas de dos parejas, una heterosexual y otra gay:
Como decimos, la situación de las personas LGTB en Bielorrusia es complicada, como hemos recogido en varias ocasiones. La última de ellas hace pocas semanas, a raíz de la nueva prohibición de celebrar una marcha del Orgullo, días después de que el Presidente bielorruso Alexander Lukashenko manifestara públicamente que él no tenía nada en contra de este tipo de eventos. El mismo Lukaschenko, por cierto, que tuvo que disculparse tras instar al ministro de Exteriores alemán, Guido Westerwelle, a llevar “una vida normal” (Westerwelle es abiertamente gay).
Lo cierto es que bajo la Presidencia de Lukaschenko, que gobierna desde 1994 de forma semidictatorial, Bielorrusia ha obstaculizado sistemáticamente la celebración de cualquier evento LGTB. En mayo de 2010, por ejemplo, se prohibió la celebración en Minsk de la marcha del Orgullo Eslavo, convocada con el apoyo de colectivos LGTB de la vecina Rusia. Un grupo de activistas desafió sin embargo la prohibición y marchó por las calles de Minsk durante algunos minutos.
No fue hasta febrero de 2011 que tuvo lugar la primera manifestación LGTB autorizada de la historia bielorrusa. En mayo, sin embargo, fueron detenidos varios activistas por organizar otro evento con motivo del Día Internacional contra la Homofobia. Poco después nos hacíamos eco de la violencia policial sufrida por Sergei Androsenko, coordinador de GayBelarus, por participar en otra concentración a favor de los derechos LGTB.
Bielorrusia es, en cualquier caso, una sociedad profundamente homófoba. En 2010 recogíamos los datos de una encuesta según la cual el 63% de los bielorrusos se muestra a favor de recuperar la vieja legislación soviética que criminalizaba la homosexualidad, derogada en 1994. No todas las predicciones son absolutamente negativas, sin embargo. Según el activista Sergei Yenin, el colapso del régimen de Lukaschenko no tardará en llegar, dada la catastrófica situación del país, lo que permitirá que la lucha a favor de los derechos LGTB florezca. En opinión de Yenin, en tres o cuatro años podremos ver marchas del Orgullo LGTB autorizadas en Minsk…