Italia: la extrema derecha quiere quemar públicamente un cuento infantil con pingüinos gays
La posibilidad de que un cuento que incluye entre sus protagonistas a una pareja de pingüinos macho con dos pingüinitos fuera incluido en las listas de lectura infantil del Ayuntamiento de Milán ha desatado las iras de los sectores católicos y de la derecha italiana. En los últimos meses se han presentado hasta 80 mociones contra el libro, y ahora el partido de extrema derecha Forza Nuova ha anunciado su intención de quemarlo públicamente y ha lanzado una campaña en redes sociales comparando la homosexualidad a la pederastia.
La polémica en torno a Piccolo Uovo, del viñetista Altan, ha renacido en los últimos días. Una polémica que se arrastra desde septiembre de 2011, de la que ya nos hemos ocupado aquí en dosmanzanas. Piccolo Uovo es un cuento infantil cuyo objetivo es promover la tolerancia, el respeto y el reconocimiento de las nuevas familias, incluidas las homoparentales: dos de los personajes son una pareja de pingüinos macho con dos pingüinitos. El PdL de Milán (el partido de Silvio Berlusconi) acusó al Ayuntamiento de querer incluir el libro en las lista de lectura de las guarderías infantiles, alegando que promueve conductas ilegales. «En Italia la ley no permite a los homosexuales casarse ni mucho menos tener hijos recurriendo a técnicas de reproducción asistida o a la adopción. Así que se presenta algo contrario a las leyes del estado«, afirmaba en noviembre el edil Nicolò Mardegan.
Ahora la derecha ha vuelto a acusar al Ayuntamiento de la ciudad de querer difundir el libro en las escuelas. El consejero del PdL Francesco Migliarese ha pedido que se bloquee la difusión del cuento, que ha tachado de “texto ideológico”. El partido de extrema derecha Forza Nuova, por su parte, ha anunciado su intención de hacer una quema pública del libro, que ha calificado de ”odiosa propaganda homosexual”. Hay que subrayar que, tal y como ha aclarado su asesor de políticas sociales, Pierfrancesco Mayorino, el Ayuntamiento de Milán en realidad nunca ha tenido la intención de incluir a Piccolo Uovo en la lista de lectura de las guarderías.
El Ayuntamiento de Milán y los derechos LGTB
La de Piccolo Uovo es solo la última de una serie de polémicas desatadas por la derecha milanesa en relación a las políticas del Ayuntamiento presidido por Giuliano Pisapia hacia la comunidad LGTB. Tras su elección, Pisapia, que antes había vencido al candidato oficial del Partido Democrático (PD) en las primarias del centro-izquierda, ha sido presentado por algunos como el líder de una nueva izquierda, más abierta y favorable a los derechos civiles. La derecha y los diarios que la respaldan (en su mayoría propiedad de Silvio Berlusconi) han empezado, por su parte, a presentarle como un extremista enemigo de la familia. En realidad Pisapia es un rico abogado que ha incluido a muchos católicos en su Gobierno. De hecho, la mayoría de centro-izquierda que gobierna la ciudad se encuentra dividida en lo que a los derechos LGTB se refiere.
Hace algunas semanas, por ejemplo, el alcalde aseguraba en una entrevista que antes de finalizar este año Milán aprobaría un registro de parejas de hecho. Algo que no ha gustado ni a sus aliados católicos ni al propio PD, cuya portavoz Carmela Rozza se pronunció en contra de la medida, afirmando que «hay que respetar la cultura católica”. Pocos días después Pisapia volvía a enfurecer a los sectores católicos al extender las ayudas del fondo anticrisis del Ayuntamiento a las parejas del mismo sexo. La medida fue criticada por el PD y por el sindicato CGIL. El diario católico Avvenire calificó la medida de “inconstitucional” y el diputado del PdL Riccardo De Corato la tachó de “indecente”.
Siempre he dicho que al ultimo pais del Primer Mundo al que emigraria seria USA… Creo que cambiare de pais, menuda panda de retrasados mentales.
Solo se me ocurre decir una cosa ¿son retrasados?
¡Y no lo digo con un sentido peyorativo! Lo digo en serio, esta gente ha de tener alguna clase de retraso mental.
Pues que lo quemen, hay más unidades y además da calor con la ola de frío esta. Pero claro, con la tinta va a hechar más tóxinas a la atmósfera. Yo que vosotros no acercaría a los de extrema derechas a la pareja de pingüinos gays de Harbin de China porque los intentaría asar para comérselos.
¡Uy qué bien!, recogiendo el testigo de la ICAR, cuando ésta en tiempos pasados quemaba libros en público. Que no se diga que la tradición se ha extinguido…
Nenes, ¿para cuándo autos de fe con personas LGTB chamuscadas?
A este paso acabarán ejecutando a Tintin!! vaya panda de neandertales…
Me viene a la mente tanto la quema por los nazis como por la Inquisición. ¡Menudos referentes!