Lambda acusa el PP de una persecución moralista de la prostitución
El Col·lectiu Lambda de lesbianas, gais, transexuales y bisexuales muestra su rechazo a la propuesta de ordenanza sobre el trabajo sexual anunciada por el regidor de Policía del Ayuntamiento de Valencia, Miquel Domínguez. La ordenanza plantea multas por la negociación (o intento de negociación) de servicios sexuales en la calle, tanto para las personas que los ofrecen como para aquellas que los piden. Con esto, como ha dicho el coordinador general de Lambda, José de Lamo, “lo único que se intenta es criminalizar a las personas que realizan el trabajo sexual libremente, porque hay que recordar que en los casos de tráfico de personas, la ley ya tiene prevista su erradicación mediante la aplicación del código penal a este delito”.
Lambda trabaja tanto con mujeres transexuales como con hombres que ejercen el trabajo sexual, y desde el conocimiento de esta realidad no se puede admitir la criminalización moralista que propone esta ordenanza a una actividad que es legal. Multar tanto a las personas que ejercen el trabajo sexual como a sus clientes, perjudica a las primeras y su forma de subsistencia. Se tiene que observar objetivamente esta realidad para entender que los servicios sexuales son negociados entre la persona que los ofrece y el cliente, y que dificultar esta negociación es perjudicial para la seguridad de las mujeres y hombres que ejercen el trabajo sexual.
Para José de Lamo, coordinador general del Col·lectiu Lambda, “la propuesta estrictamente policial que ha presentado el Partido Popular es una clara muestra que la única intención es poner en marcha una persecución según su moral sexual. ¿Por qué se persigue con multas la negociación en la calle de servicios sexuales y no, por ejemplo, la negociación de servicios de hostelería? En ambos casos después el servicio negociado se realiza en un espacio privado.”
Según Ana Cano, coordinadora del Grupo de Identidad de Género y Transexualidad de Lambda, “una ordenanza de este tipo sólo conseguirá que las mujeres y los hombres que ejercen el trabajo sexual lo continúan haciendo pero con más inseguridad, lo cual comportará una mayor exclusión. Queremos políticas de inserción laboral para las personas que desean dejar esta actividad, pero también soluciones para aquellas que decidan continuarla. Por eso proponemos una mesa de diálogo donde estén representadas todas las realidades implicadas: ayuntamiento, asociaciones vecinales, entidades que trabajan en este ámbito y fundamentalmente las personas que ejercen el trabajo sexual». Desde el Col·lectiu Lambda se ha mostrado la absoluta disposición a trabajar en este sentido y a construir una solución conjunta que no siga excluyendo los colectivos más discriminados.