Restaurante de Tennessee se niega a atender a senador homófobo que culpa del sida a la relación sexual entre un gay y un mono
Es republicano, se llama Stacey Campfield y es senador estatal en Tennessee. Es, además, un feroz homófobo que lleva años luchando por conseguir la aprobación de una ley que prohíba a los profesores del estado hablar de homosexualidad, y que hace pocos días acusaba a los gays de ser los culpables de la propagación del sida. El pasado domingo, la propietaria de un restaurante le explicó que no era bienvenido en su local.
«Ha pasado de ser estúpido a ser peligroso» se ha justificado después Martha Boggs, propietaria de Bistro at the Bijou, el restaurante de Knoxville que se negó a atender al senador homófobo. «Es mi forma de protestar contra un acosador», ha añadido. Boggs se mostraba indignada por las declaraciones del senador en una reciente entrevista radiofónica en la que culpaba a los gays de la expansión del sida y afirmaba incluso que esta comenzó cuando un empleado gay de una aerolínea mantuvo relaciones sexuales con un mono. Más aún, Campfield afirmaba que era «virtualmente imposible» la transmisión del VIH a través del sexo heterosexual. Unas declaraciones que fueron muy criticadas por especialistas en la prevención del VIH, que creen que contribuyen a generar una peligrosa desinformación.
Stacey Campfield se marchó del restaurante sin protestar. Según su propia versión, difundida en su blog, prefirió marcharse a otro lugar donde él y sus acompañantes fueran bienvenidos, si bien deja caer la opinión de que fue víctima de discriminación por motivos religiosos. «Soy católico, y la iglesia católica no apoya el acto homosexual», sostiene.
Stacey Campfield lleva años luchando por sacar adelante un proyecto de ley conocido popularmente como “don’t say gay” (“no digas gay”), de cuya aprobación por el Senado de Tennessee informábamos en mayo pasado, que pretende prohibir a los profesores de las escuelas elementales y medias del estado (equivalentes a primaria y primer ciclo de secundaria en España, es decir, hasta los 13 o los 14 años) mencionar la homosexualidad en clase. El proyecto quedó entonces pendiente de la aprobación por la Cámara de Representantes del estado, y es precisamente estos días cuando se ha retomado su discusión, coincidiendo por cierto con el suicidio en apenas mes y medio de dos adolescentes gays de Tennessee que sufrieron acoso homofóbico.
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Acerca del Author
Flick
Flick no es más que el "nick" con el que empecé a comentar (y discutir, y razonar...) en dosmanzanas, allá por 2006. Me sabía a poco, por eso decidí colaborar y compartir mi pasión por estar informado. Y aquí sigo.
Haciendo a un lado por un momento lo que ya es de cajón en mucha homofobia de estos lares (que el catolicismo no «propone», sino impone y no solo «no apoya» sino que además acosa, y si no permites su acoso lloriquean alegando «discriminación», no a ellos sino a sus ideas religiosas reaccionando como personas al borde de la locura), no dejo de pensar en como será la vida de ese tipo de personas fachas, en que sentirán especialmente por el gran dilema asociativo en que se encuentran.
Por un lado son rechazados por aquellas personas que muestran humanismo, decencia y afecto genuino (no condicionado) ante otro ser ser vivo (un fuerte «plas plas plas» para la dueña del restaurante, me hace creer que aún hay gente buena en este mundo), eso con seguridad no solo les hace sentir que no son bienvenidos sino que además los hace sentir como verdaderos ridículos desvergonzados. Quizá digan que esto no les interesa porque tienen, por el otro lado, a sus grupusculos ultrarreligiosos y grupusculos de políticas de dudosa calidad humanista, con los cuales en efecto convivirán bien, se llevarán bien y lo pasarán bien… siempre y cuando sigas siendo tan carca como ellos, porque en cuanto lo dejes de ser, entonces sabrás lo que quiere decir la expresión «quienes son tus verdaderos amigos…».
Al final se nota la verdadera calidad humana. Como al final, quien fue un gran gay homofobo de clóset que posteriormente salió y pidió disculpas por todas las homofobadas que cometió, se da cuenta de que todo es más honesto, genuino y humanista porque al final aunque siempre habrá carcas homofobos, se tendrá la gratificación de ser honesto con uno mismo y que los demás sean honestos con uno mismo, sin condicionamientos postizos varios. Eso es incomparable y lo han notado muchas personas… ¿algún día Campfield dará cuenta de todo esto que mencioné?
A este senador no lo han echado por ser católico, sino un iletrado, un idiota con dos neuronas, homófobo, un ser ignorante capaz de empujar a la muerte a miles de adolescentes con sus leyes homófobas y su estrechez de miras. Otro analfabeto en un puesto político.
Juas, que se joda.
Los ciudadanos tenemos la obligación de expulsar de la sociedad a los cabrones que discriminan, torturan y matan a los homosexuales con sus actos o palabras.
Despues de la que ha liado este canalla, no me estrañara cuando dentro de unos meses confiese entre lagrimas su homosexualidad, la obsesión de no querer ni escuchar la palabra que lo tortura le delata.
No sé vosotros, pero lo primero que me ha venido a la mente al verle la cara es, que es un gay reprimido. Coincido con carlitos5, sólo es cuestión de tiempo.
Lo lamentable es que un país que intenta dar cátedra al mundo de como hay que hacer las cosas en cuanto a derechos humanos (cosas que ellos no cumplen, recordemos Guantánamo, la pena de muerte, etc.) tenga personajes como este en el senado. Y lo mas lamentable es pensar que a bestias como este lo ha votado gente que comparte su ideología. Sacando las grandes ciudades Usa está plagado de salvajes homofobos he ignorantes. Besos.
#6 En el senado estatal de Tennessee. Como si fuera un diputado del parlamento riojano.
Curiosidad: los republicanos tomaron el control del poder legislativo en Tennessee en 2008 por primera vez desde la guerra civil.