Activista gay aspira a la presidencia de Kenia

Denis Nzioka, portavoz de la organización gay más visible de Kenia, ya trabaja en su campaña electoral. Este joven aspira a convertirse en presidente de su país, haciendo frente a las constantes discriminaciones y persecuciones que todavía sufren las personas LGTB en el continente africano.

Nzioka comenzó a estudiar en el seminario porque quería ser sacerdote, pero paradójicamente acabó ejerciendo de portavoz de la organización Gay Kenya Trust. Hoy ya ha abandonado esta responsabilidad para dedicarse en exclusiva a su carrera política. De hecho, ya ha formalizado su candidatura para las próximas elecciones presidenciales, que se celebrarán entre diciembre de 2012 y marzo de 2013.

Sin embargo, la constitución Kenia impone un mínimo de edad (35 años) para aspirar a la presidencia, requisito que no cumple Nzioka. Por este motivo, y sin renunciar a sus aspiraciones, busca ahora negociar con otros candidatos presidenciales para ser incluido como candidato a vicepresidente. Sus principales objetivos son visibilizar la diversidad sexual en la escena política, representar a la juventud keniana y a los colectivos sociales más discriminados y combatir la pobreza y las desigualdades.

Este joven activista gay sufre en sus carnes la homofobia, a menudo es víctima de insultos y amenazas públicas. Sabe que sus posibilidades de resultar electo son mínimas, pero aún así no se rinde y quiere marcar un hito histórico en su país y en África: “el hecho de que me presente y de que no esconda mi homosexualidad es ya un acto importante en sí, la gente lo verá y tendrá que pensar en ello, será algo que ya habrá ocurrido”.

Nzioka no es el primer hombre abiertamente gay que decide dedicarse a la política en Kenia. En noviembre de 2010 recogíamos la historia de David Kuria Mbote, que aspira a ser elegido senador. Todo un acto de valentía el de estos hombres, teniendo en cuenta que Kenia castiga la práctica de la homosexualidad con penas de hasta 14 años de cárcel (en base a leyes heredadas de la época colonial británica). Según un estudio del Pew Global Attitudes Project del año 2007, únicamente un 3% de sus habitantes estaría dispuesto a algún reconocimiento social de los homosexuales, y un 96% considera tal orientación sexual inaceptable.