La justicia israelí reconoce como madres de un niño a una pareja de lesbianas sin forzar a que una de ellas tenga que adoptarlo
Nuevo paso adelante de los derechos LGTB en Israel, una vez más de la mano de los tribunales de justicia. Una jueza de familia ha reconocido a una pareja de lesbianas como madres legales de su hijo sin necesidad de que una de ellas tenga que proceder a la adopción del niño.
La pareja tuvo a su hijo en 2007 mediante un procedimiento de reproducción asistida que no es infrecuente entre las parejas de lesbianas. El óvulo procedente de una de ellas fue fecundado con esperma de un donante anónimo. El huevo ya fecundado fue implantado en el útero de la otra, que fue la que llevó a término la gestación. El procedimiento había sido autorizado por el Gobierno, pero el Ministerio del Interior solo reconoció como madre a la mujer gestante. A la otra madre, que había donado el óvulo, se le exigió iniciar un proceso de adopción para ver reconocida legalmente su maternidad, algo a la que la pareja se negó, iniciando entonces una batalla legalque ahora concluye. Alyssa Miller, jueza de familia de Ramat Gan, ha invalidado dicha exigencia, al considerar que «contradice el sentido común y la lógica».
La abogada de la pareja, Naama Tzoref Halevy, considera que el fallo supone un importante precedente en Israel, un país en el que no olvidemos que los avances en materia LGTB proceden generalmente de fallos judiciales que corrigen decisiones administrativas. Así sucedió, por ejemplo, con el reconocimiento de los matrimonios entre personas del mismo sexo celebrados en el exterior, que el estado de Israel está obligado a reconocer desde 2006 por decisión de su Tribunal Supremo. Una realidad que por otra parte propicia numerosas situaciones paradójicas, como la que describíamos hace pocas semanas, cuando las autoridades denegaron la nacionalidad al cónyuge uruguayo de un ciudadano israelí pese a que su matrimonio sí es reconocido legalmente. Un caso sobre el que también los tribunales tendrán, muy probablemente, la última palabra.