Perú: una jueza ordena pruebas periciales para determinar la relación entre la homosexualidad y la «predisposición a cometer actos ilícitos»
Eva Bracamonte Fefer y Liliana Castro Mannarelli, presuntamente implicadas en la muerte de la empresaria Myriam Fefer (madre de Eva) han denunciado ser víctimas de homofobia por parte de la justicia peruana. Así lo revelaba el pasado domingo el programa Panorama de Panamericana TV basándose en un documento de la jueza Nancy Choquehuanca que ordenaba practicarles una pericia psicológica y psiquiátrica para “determinar su comportamiento sexual y su predisposición a cometer actos ilícitos”.
El hermano de Eva, Ariel Bracamonte, quien es gay y ha sido uno de los principales promotores de la acusación, minimizó por su parte la denuncia en diálogo con el periodista Beto Ortiz, de Frecuencia Latina, la mañana del lunes. «El Poder Judicial no ha dicho que por ser lesbianas son asesinas», dijo Ariel, que agregó que la primera persona que habló de opción sexual y crimen fue su hermana al señalar que él era gay. La periodista Bibiana Melzi aseguró en el mismo programa que este tipo de pedidos por parte de una jueza son inaceptables. «Si son culpables que se pudran en la cárcel pero que nos las juzguen por ser lesbianas», afirmó. En opinión del criminólogo Miguel Pérez Arroyo, citada por El Comercio, «lo que la jueza está pensando es que las personas que tienen opciones sexuales diferentes están predeterminados a conductas antisociales que llevan a una homofobia”.
Eva Bracamonte y Liliana Castro han contado cómo fueron realizados dichos exámenes. “Eran preguntas horrorosas, humillantes e indignantes, que creo que nadie en su sano juicio hubiera respondido. Me preguntaron sobre mis preferencias, si me gustaba el sexo anal, las orgías, cuántas veces al día me masturbaba, a partir de cuándo tuve relaciones sexuales con Lili, quién era la pasiva y la activa, qué le hacía una a la otra, si prefería hacerle sexo oral a hombres o mujeres, todo tipo de asquerosidades. Y todo con la cara de pervertido de ese psicólogo”, declaró Eva Bracamonte. “Cambiaron mi declaración. De moretones que dije eran por jugar fútbol, ahora dice que son chupetones o moretones sexuales. Qué tiene que ver cuántas veces me masturbo para saber si puedo cometer un homicidio”, manifestó por su parte Liliana Castro.
“Escuchar que las personas que van a decidir tu futuro creen o piensan que la preferencia u orientación sexual de una persona tiene que ver con que si cometió o no un delito es gravísimo. Me desconcierta y me indigna”, acusó Eva Bracamonte. “Cuando terminó uno de los exámenes, el psicólogo me recomendó probar un hombre. ¿Cómo puede hacer ese tipo esos comentarios?”, añadió Liliana Castro.
Cuando está a punto de iniciarse el jucio oral, la fiscalía ha pedido 35 años de cárcel para las dos mujeres por haber planificado supuestamente la muerte de la madre de Eva, ocurrida en 2005.
Un estado hostil a las personas LGTB
Lo que está sucediendo con el poder judicial en Perú no es más que una muestra más del abandono del estado peruano a las personas lesbianas, gays, transexuales y bisexuales. Un estado que no protege ni garantiza la vida de todas y todos sus ciudadanos solo origina que en todas sus instancias se cometan actos de discriminación.
Verónica Ferrari, directora ejecutiva del Movimiento Homosexual de Lima (MHOL) ha opinado para dosmanzanas que «ya tenemos un antecedente nefasto con los sucedido en el caso de Abencia Meza, a quien han condenado a 30 años de cárcel sin ninguna prueba contundente. Ahora vemos que el proceso que se les está siguiendo a Eva y Liliana está repleto de lesbofobia desde el momento en que se liga su orientación sexual con una cierta predisposición a cometer crímenes, lo que evidencia la ignorancia y los prejuicios de los operadores de justicia en el Perú».