San Petersburgo se queda a oscuras
Legisladores conservadores han aprobado un proyecto de ley para silenciar y criminalizar la “propaganda gay” a menores, entendiendo por esta cualquier mención, difusión o exhibición de temas, actos u obras LGTB. Así pues, la ciudad rusa más cosmopolita y occidental regresa al siglo XIX, en un cruel homenaje a uno de los grandes compositores de su nación…
Piotr Ilich Chaikovski era un hombre atormentado por su sexualidad. La censura de su privacidad que se puso en marcha tras su muerte ya tenía precedentes; el propio compositor hizo en vida lo posible por ocultar sus relaciones, llegando incluso a casarse con una mecenas para evitar el escarnio público. Teniendo en cuenta que en el siglo XIX la homosexualidad estaba tipificada como delito en la tierra de los zares (pudiendo acarrear penas de cárcel y destierro), cabe imaginar que Chaikovski no tuviera otra opción si pretendía conservar al menos su ya menguada libertad.
Poco debería importar este drama personal a día de hoy, pues un genio musical trasciende por su obra pública y no por sus circunstancias más íntimas. Sin embargo, no es el caso de Chaikovski: es difícil apreciar todos los matices de su música sin conocer los tormentos que la definieron. El romance prohibido entre Romeo y Julieta cobra una nueva dimensión cuando entendemos que, en la vida este compositor que dio melodía a la obra de Shakespeare, todo amor verdadero estaba proscrito.
La bella durmiente despierta de un sueño equivalente a la muerte gracias a un beso; sin embargo, el desamor acaba en tragedia en El lago de los cisnes. La última ópera de Chaikovski, Iolanta (Yolanda) tiene una protagonista con la que el compositor se sintió profundamente identificado: La princesa de Provenza es ciega, una minusvalía de nacimiento en la que, tristemente, Chaikovski veía un símil de su homosexualidad. Tal es la fuerza que el autor concede al amor, y tan grande su anhelo, que Iolanta incluso recupera la vista gracias a Vaudémont, quien le revela el secreto de su ceguera y la instruye sobre el color y la luz, que eran desconocidos por la princesa.
A falta de la ratificación del gobernador de la ciudad, San Petersburgo podría homenajear a Chaikovski de la peor forma posible: reviviendo en pleno siglo XIX la tragedia del músico, y multiplicándola por cada residente y turista que pueda verse afectado por la criminalización de la mal llamada “propaganda gay”. La ciudad entera se quedará a oscuras, como Iolanta, sólo que sin la salvación de un amor LGTB que ya no llegará.
Chikovski murió poco después de estrenar esta ópera, y las tesis de algunos musicólogos apuntan al suicidio impuesto por un “tribunal de honor”. El paralelismo con Manfredo, una sinfonía basada en la obra homónima de Lord Byron, es evidente: su protagonista también guardaba un “oscuro secreto”, junto con un sentimiento de culpa y de repulsa a sí mismo tan intenso que hacen de la muerte el único objetivo digno.
De nuevo, el homenaje de San Petersburgo a Chaikovski no deja de tener un inquietante parecido con alguna tragedia. La ciudad también cometerá un suicidio económico si su gobernador se lanza a la caza de la “propaganda gay”, colapsando parte de sus ingresos turísticos y forzando a la emigración a trabajadores, empresarios y negocios LGTB intolerantes con la intolerancia.
Chaikovsky se merece un homenaje muy diferente: uno como el realizado por All Out en la campaña «Rusia: No vayas allí« a su memoria y su música. A San Petersburgo (y más concretamente, a la clase política gobernante en la ciudad) queremos dedicarle un fragmento de Manfredo que resulta de lo más oportuno, dada la situación:
Por tu frío corazón y tu sonrisa de serpiente,
por tus incomprensibles recovecos de mezquindad,
por tu ojo engañoso,
por tu alma hipócrita,
por la perfección de tu arte
que haría pasar por humano tu propio corazón,
por tu regocijo en el dolor de los otros,
por tu hermandad de Caín,
Te llamo y te condeno
a que seas tu propio infierno.
Pues me quedaré con las ganas de ver el palacio de los zares y el Hermitage. Una pena porque los neardentales proclamen su sinrazón.
«la ciudad rusa mas cosmopolita y occidental» ?¿ porque los «occidentales2 se creen el ombligo del mundo y que lo suyo es o mejor? Yo conozco paises no ccidentales mucho mas modernos y mucho mas avanzados en muchaas areas sociales que «occidente»…
Que pasa que si San Petersburgo se comporta como una sociedad «oriental» o»RUSA» (COMO TIENE QUE SER) ES MALO?
con mi ultimo parrafo espero que no se entienda que apoyo la barbaridad que acaban de aprobar…me refiero a que se comporten ocmo una ciudad oriental en otros temas ehh
#3: Como autor del artículo, lamento que veas en mis palabras un especial aprecio por la cultura occidental, que en realidad no considero ni mejor ni peor que la oriental. Creo que has malinterpretado el texto, y le has adjudicado un pensamiento tendencioso que no evidencia por sí mismo.
Me he limitado a calificar San Petersburgo como cosmopolita y occidental porque tales son los calificativos que se le suelen atribuir. Insisto, ni buenos, ni malos.
A título personal, puedo decir que la mera clasificación de «oriental u occidental» me parece una simple generalización, puesto que no refleja la cantidad de matices que tiene cada país asiático, europeo, americano… Sin embargo, las generalizaciones del lenguaje pueden ser útiles según como se empleen, y éste es un buen ejemplo.
Tu artículo es hermoso y emocionante y además justamente crítico.Si alguien no lo comprende, recuerda que Salamanca no presta…
¿Pero es que enterrar algo lo hace inexistente? Censura una idea y más gente se unirá a ella.
No se puede censurar una esencia. Sería como censurar un color de ojos o una altura determinada o prohibir a la gente aprender a hablar.
Afortunadamente, a estas alturas de la vida, esto no va durar. No puede durar.
Rusia simplemente no se puede oponer.
—
A propósito de los comentarios de Colombiano, hay un tema que apunta que es, para mí, extremadamente interesante.
Es la visión de Oriente que tenemos los Occidentales.
Oriente para nosotros nunca es algo neutro. Es esencialmente Lo Otro.
http://www.cholonautas.edu.pe/modulo/upload/Said%20introduccion.pdf
Orientalismo, que es un modo de relacionarse con Oriente basado en el lugar especial que éste ocupa en la experiencia de Europa occidental. Oriente no es sólo el vecino inmediato de Europa, es también la región en la que Europa ha creado sus colonias más grandes, ricas y antiguas, es la fuente de sus civilizaciones y sus lenguas, su contrincante cultural y una de sus imágenes más profundas y repetidas de Lo Otro.
Edward Said, Orientalism
Glievano ya lo se, y no me referia explicitamente a tu articulo, simplemente er aun reflexion…
Igual tu me has contestado…»son los calificativos que se le suele dar cosmopolita y occidental»….pues ya estamos e slo que digo yo….con eso se quiere decir que como es occidental ya es una ciudad buena y el resto de Rusia es mala porque no lo es? lo siento mucho pero yo lo entiendo asi…y ya lo se que ni es ni mejor ni peor
Los europeos y los americanos+ canada son occidente…yo lo digo porque vengo de una parte del mundo que NO es occidente y donde cada rato nos quieren imponer que solo lo «occidental» es bueno y valido y estoy hasta la cabeza ya de eso. cada pueblo es como es, y el ruso pos eso….ellos son muy asi, ya cambiaran como casi todos.
A mi me parece un artículo estupendo. Sobre la polémica con los puntos cardinales, quizás convendría hacer un poco de historia. Pedro el Grande decidió construir en el territorio más occidental su nueva capital, en tierra ganada a los suecos junto al Mar Báltico, con el firme propósito de occidentalizar su país siguiendo, un propósito al que estaba tan entregado que llego a pasar 4 meses conociendo la actividad de unos astilleros holandeses, experiencia que le sirvió para conocer muchos trabajadores cualificados que se llevó a Rusia cuando volvió.
Me parece que calificar a San Pertersburgo de «ciudad occidental», es apropiadísimo. La ciudad fue la capital del imperio desde su fundación hasta la Revolución Bolchevique, siendo sin duda una de las grandes capitales de la cultura occidental, como ha quedado perfectamente reflejado en su monumental arquitectura, obra en muchas ocasiones de arquitectos de la Europa Occidental o rusos enviados allí a formarse. El hecho de que allí se desarrollasen también los acontecimientos más relevantes de la revolución socialista acreditan a la ciudad como un lugar completamente en sintonía con las políticas occidentales más en boga en aquel momento.
Lo dicho, una ciudad cosmopolita y occidental, sin duda.
Y el artículo, absolutamente genial. También me han encantado el vídeo y el recurso a la música de Chaikovsky.
Escandalosamente indicado el sobrecogedor fragmento de Manfredo. A pesar de los años y de todo lo que hemos visto y vivido, sigo sin entender por qué para defender tus valores morales -muchos de ellos subjetivos- tienes que desear y hacer el mal a otros seres humanos.
¿Tenemos salvación como especie? A mí me parece que no… Afortunadamente, como vi en el magnífico reportaje «La vida sin nosotros», si la raza humana se extinguiese completa y repentinamente, este planeta «sólo» tardaría 200 años en borrar cualquier rastro de nuestra civilización… A veces, me parece el único consuelo al que merece la pena agarrarse.
Tristes saludos
Qué triste.. Gracias por tu artículo. En cuanto al video, a veces, cuando me enfado mucho y me planteo no visitar ningún lugar donde se discrcimine de forma tan flagrante a los LGBT, me planteo también si no estaré siendo demasiado injusta con las personas precisamente más débiles y si acaso no estaré contribuyendo a incrementar su soledad y aislamiento. En este caso, me planteo si dejar de visitar San Petersburgo o Rusia perjudica o beneficia a los LGBT que viven allí. Creo que es más bien lo primero… Por eso siento que quizá lo más solidario sea no negarme a esa visita y, si algún día tengo la suerte de conocer la ciudad, contribuir con mi pizquita de visibilidad. Qué difícil saber lo que es correcto y lo que no.
Pues pensándolo 2 veces tengo que darle la razón a Ave. Vivir en entornos tan hostiles tiene que ser asfixiante así que hay que contribuir con nuestro granito de arena, tantas veces como sea necesario.
Una pizca no hace granero, pero ayuda al molinero
#10 y #11: Vuestra reflexión es muy oportuna; ¿cuál es la forma correcta de actuar en estos casos? A muy largo plazo, yo mismo tendría la duda de si visitar San Petersburgo podría beneficiar a la población LGTB remantente en la ciudad…, pero tened en cuenta lo siguiente:
– En este momento, el que la ley sea ratificada o no depende del Gobernador de SP, quien está sometido a una gran presión. Asegurar CON ROTUNDIDAD que vamos a dejar de ir a su ciudad es la única forma de IMPEDIR que estampe su firma, pues implica un castigo económico inmediato. Por el contrario, afirmar que a pesar de todo seguiremos yendo a SP (incluso con más interés, puesto que podríamos pensar que se trata de una buena acción) tendría el efecto contrario: el proyecto de ley saldría adelante…
– Si la ley se aprueba, tengo que desaconsejaros el visitar San Petersburgo. Una «demostración de visibilidad» podría ser considerada un acto de propaganda gay a menores, es decir, un delito. Podéis optar por la resistencia civil, pero sería apenas menos peligroso que dar un beso a vuestra pareja en cualquiera de los países donde la homosexualidad es castigada con la pena de muerte. Contra esas legislaciones homofóbicas, el mayor éxito se está teniendo gracias a la presión internacional y a la acogida de refugiados.
La defensa de los derechos del colectivo LGTB no necesita mártires, sino ayudas inteligentes y bien administradas.
Si cambiáis de opinión, os pido que ayudéis dando difusión al vídeo del artículo, o escribiendo una carta al Gobernador de San Petersburgo exigiendo la anulación del proyecto de ley y detallando las consecuencias que tendría su implementación:
Georgy Poltavchenko
Governor of St Petersburg
Smolny
St. Petersburg, 191060
Russian Federation
Si la presión interna y externa se torna insoportable para el Gobernador (y para los lobbies económicos detrás del aparato político), pronto podremos ir a conocer San Petersburgo en plena libertad, sin coacciones morales, y contribuir con nuestra visibilidad (y con nuestros escasos euros, ¡para qué engañarnos!).
Más fácil aún: Aquí tenéis el correo electrónico del gobernador de San Petersburgo y un modelo de carta facilitado por el equipo LGTB de Amnistía Internacional:
Email: oseevskiy@vg.gov.spb.ru
(Poned el el asunto del correo/: FOR THE
ATTENTION OF THE GOVERNOR, GEORGY POLTAYCHENKO)
Sr. Gobernador:
La Asamblea Legislativa de San Petersburgo ha aprobado el 29 de febrero un
proyecto de ley que modifica la normativa local y que permite multar a
aquellas personas que realicen “acciones públicas destinadas a hacer
propaganda de sodomía, lesbianismo, bisexualidad o transexualidad entre
menores”.
Este proyecto de ley sería una violación de los numerosos acuerdos
intenacionales que Rusia ha suscrito en materia de derechos humanos e
incluso va en contra de lo establecido en la Constitución de la Federación
Rusa, por lo que como gobernador de la ciudad de San Petersburgo le insto
a que:
• Se oponga a firmar este proyecto de ley que violaría los derechos a la
libertad de expresión, de reunión y los derechos a la no discriminación y
a la igualdad de todos los ciudadanos.
• Garantice que las personas gays,bisexuales, transgénero e intersexuales
y defensores/as de este colectivo tengan garantizado su derecho a la
libertad de expresión y asociación.
Atentamente,
Siento decirte Colombiano que sudamérica sí que está considerada como dentro de la cultura occidental.
http://es.wikipedia.org/wiki/Occidente
Escuchad esto:
http://www.youtube.com/watch?v=rUuusqy50yk
Bueno, esto de los boicots siempre resulta polémico, me recuerda un poco, en la distancia, a la cuestión del outing.
Pocas veces se ha convocado un boicot de este tipo entre el colectivo LGBT, no seré yo quien invite a no seguirlo. En cualquier caso, me da la impresión de que el gobierno ruso no tiene especial interés en fomentar el turismo de ninguna clase, no he intentado nunca ir allí, pero se que hay bastantes impedimentos. Desde luego, San Pertersburgo está colocado para mi entre los destinos más atractivos del continente europeo, sin duda, y ya me habría animado a visitarlo, con todos sus inconvenientes administrativos y económicos (visitar Rusia en carísimo, además de complicadísimo, especialmente si se quiere ir por libre), pero yo ya había decidido, no por boicot, sino por instinto de preservación, que no es un destino seguro para alguien que, como yo, es fácilmente identificable como gay, y donde además me temo que ser un turista extranjero no proporciona precisamente una especial consideración…
Y yo no he dejado los negativos que han aparecido en los comentarios 10 y 11 después de hacer mi último comentario.
Por cierto, acabo de descubrir que al menos uno de los candidatos en las elecciones presidenciales rusas celebradas hoy, es sensible a los derechos de las personas LGBT, la fuente está en finés, pero la traducción de google proporciona bastante información:
http://ranneliike.net/teema/venaja-presidenttiehdokas-prochorov-puolustaa-myos-seksuaalivahemmistojen-oikeuksia?cid=1&aid=8066
Tiene su significación, en el fondo todos los candidatos, en una u otra medida son «oficialistas», que uno muestre esa sensibilidad, no puede ser fortuito…
Muchas gracias por la informacin que das, glievano. Me parece un planteamiento logico. Esperemos que las medidas de presion sirvan para cambiar las cosas.