Serbia: condenan a internauta a tres meses de cárcel por amenazas homófobas en Facebook
Importante sentencia la de un tribunal de Belgrado, que ha condenado a tres meses de prisión a un internauta por dejar amenazas homófobas en Facebook. Se trata sin duda de un importante paso adelante en la lucha contra las discriminaciones que gays, lesbianas, transexuales y bisexuales padecen en Serbia, un país que ya es candidato formal a la adhesión a la Unión Europea.
El ciudadano serbio Simo Vladičić ha sido condenado a tres meses de reclusión y a dos años de libertad condicional por un tribunal de Belgrado por haber dejado comentarios en internet en los que profería amenazas muy graves contra la comunidad LGTB. En concreto, Vladičić había dejado sus comentarios homófobos en la página del grupo de Facebook «500.000 Srba protiv gej parade» («500.000 serbios contra el Orgullo Gay»).
Las reacciones a la sentencia no se han hecho esperar. En general, los colectivos LGTB y las asociaciones serbias de defensa de los derechos humanos han mostrado públicamente su satisfacción por una sentencia que sienta un importante precedente en la lucha contra la homofobia online, aunque no faltan los que consideran la sentencia demasiado leve.
Pese a su importancia, no se trata en realidad de la primera sentencia contra la homofobia en Serbia. A finales de febrero un tribunal de apelación de Belgrado dio la razón al colectivo Gay Straight Alliance (GSA) que había demandado en 2009 al diario Press por permitir la publicación de comentarios homófobos en su web. El tribunal afirmó que la homofobia no está amparada por la libertad de expresión (una sentencia similar a la dictada recientemente por el Tribunal Europeo de Derechos Humanos). Y en noviembre otro tribunal condenó por discriminación hacia el colectivo LGTB a Dragan Marković «Palma», político conocido por sus declaraciones homófobas y su oposición a los derechos de las minorías sexuales.
La situación del colectivo LGTB en Serbia
La situación del colectivo LGTB en Serbia sigue siendo muy difícil. El pasado octubre una chica fue salvajemente agredida en Belgrado por un joven que la apuñaló por vestir una camiseta con motivos gay-friendly. En septiembre de 2011 las autoridades serbias prohibieron la celebración de la marcha del Orgullo LGTB, cediendo a las amenazas de grupos de extrema derecha que habían amenazado con una repetición de los violentos disturbios ocurridos en 2010 y con convertir el barrio gubernamental de la capital serbia en un infierno en llamas.
Sin embargo, a pesar de esta situación tan difícil, hay signos esperanzadores como las citadas sentencias contra la homofobia, la estructuración y desarrollo de movimientos asociativos muy activos y luchadores como Labris y la mencionada GSA, la apertura de un casa-refugio en Niš para personas LGTB víctimas de acoso homófobo o el éxito de la divertida comedia de Srdjan Dragojevic, Parada. Una película pensada para el gran público, que usando en beneficio propio los prejuicios de una sociedad tan fuertemente hómofoba ha sido capaz de arrastrar a los cines a nada menos que a 330.000 espectadores solo en Serbia, y que ha triunfado también en otros países de la antigua Yugoslavia.