El Borussia Dortmund impedirá a varios hinchas acudir a su estadio durante tres años por desplegar pancarta homófoba
La lucha contra la homofobia en el fútbol desde el ámbito institucional se extiende muy poco a poco. A las multas recientemente impuestas a varios jugadores por comentarios homófobos en Inglaterra se une ahora la sanción en Alemania a un grupo de hinchas homófobos y la imposición de otra sanción a un jugador por un insulto homófobo, en este caso en Estados Unidos.
En Alemania, el Borussia Dortmund, uno de los clubs más importantes de la Bundesliga, ha prohibido a varios aficionados acceder al estadio durante tres años como sanción por desplegar una pancarta homófoba durante un partido contra el Werder Bremen. «Lieber ‘ne Gruppe in der Kritik als Lutschertum und Homofick«, podía leerse en la pancarta desplegada en el fondo sur (una leyenda dificílmente traducible, aunque podría ser algo similar a «mejor críticos que chupones y maricas»). La pancarta desencadenó una gran polémica en Alemania, un país muy sensibilizado frente a las expresiones de odio, y el club fue finalmente sancionado con una multa de 20.000 euros por la Federación Alemana de Fútbol (DFB).
El Borussia Dortmund, por su parte, se dirigió al grupo ultra que desplegó la pancarta y exigió que identificara a los responsables, a los que impuso la prohibición de acudir a su estadio durante tres años, forzando además un compromiso de los ultras de que un incidente así no volvería a suceder. «En nuestras conversaciones dejamos muy claro que el Borussia Dortmund está a favor de la tolerancia, la apertura y el respeto a todos. Condenamos la violencia y el racismo», ha declarado el presidente ejecutivo del club, Hans-Joachim Watzke.
En Estados Unidos, Colin Clark, jugador del Houston Dynamo, ha sido castigado por la Major League Soccer (la liga profesional norteamericana) a tres partidos de suspensión y una multa -cuya cuantía no ha sido hecha pública- por dirigir un insulto homófobo contra uno de los recogepelotas que se retrasó al devolverle el balón durante un partido que se jugaba en Seattle, con tal mala suerte para él que lo sucedido fue recogido por las cámaras de televisión y enseguida se difundió en YouTube.
Clark, justo es reconocerlo, se disculpó al acabar el partido, se disculpó también a través de Twitter, ha reiterado posteriormente su arrepentimiento y ha prometido comprometerse en la lucha contra la homofobia. «Lo siento por todos a los que he ofendido. No volveré a usar esa palabra en ningún contexto. Nada justifica usar esa palabra», ha declarado.