La Asociación Ex-Presos Sociales denuncia en el Juzgado Decano de Sant Feliu de Llobregat a Jaume Pujol, arzobispo de Tarragona
La Asociación ha tomado la decisión de ejercer de nuevo los derechos constitucionales haciendo uso de las herramientas jurídicas que un Estado de derecho proporciona a la ciudadanía en defensa de su respeto y dignidad, lo que evidentemente incluye a lesbianas, homosexuales, transexuales y bisexuales. Una nueva denuncia se ha interpuesto tras comprobar, una vez más, que el colectivo LGBT sirve a algunos jerarcas de la iglesia católica de escudo con el que distraer la atención de las miserias que se han desvelado en numerosos países como, por ejemplo, en el caso del abuso a menores por parte de sacerdotes y su prolongado encubrimiento o el robo de recién nacidos por parte de religiosos.
«Como he señalado en no pocas ocasiones, los derechos conquistados que hoy disfruta nuestro colectivo deben de ser defendidos, para lo que el Estado de derecho tiene sus mecanismos. Estos se deben emplear con el fin de no permitir ni ataques ni agresiones a nuestra dignidad, con independencia de donde provengan. Por ello animo a las organizaciones LGBT del Estado español a denunciar por la vía jurídica las declaraciones homófobas, puesto que en algún momento se condenará a sus autores. No hace falta recordar que, hace años, transexuales y homosexuales éramos conducidos a prisión debido a un clima social -promovido por afirmaciones como las del arzobispo de Tarragona- que aceptaba tal represión. Gracias a la lucha de miles de personas esa realidad ha cambiado, por lo que no debemos consentir que haya quienes quieren volver al pasado y convertirnos en chivos expiatorios«, ha declarado Antoni Ruiz, presidente de la Asociación.
Espero que la resolucion sea favorable, al igual que fue para el fallecido Pepe Rubianes.
Ya que en Sant Feliu de Llobregat, la mayoria de homosexuales estan escondidos en el armario o incluso casados heterosexualmente.
A pesar que durante unos años la bandera del arcoiris se colgo el dia del orgullo LGTB, (por iniciativa privada) a la llegada del arzobispado en Sant Feliu se dejo de colgar. Ya que el ayuntamiento se encuentra justo delante de la «Catedral».
A pesar de que Sant Feliu este a 20 minutos del Centro de Barcelona, ha sido una ciudad bastante homofoba (con agresion fisica incluida).