Malasia podría censurar la emisión de programas con personajes homosexuales en radio y televisión
Prosigue la escalada homófoba en Malasia, aunque rodeada de cierta confusión. En los últimos días se había anunciado que radios y televisiones no podrían emitir programas con personajes homosexuales. Tras el revuelo causado, sin embargo, portavoces del Gobierno han desmentido que se vaya a aplicar la prohibición, aunque se mantiene la posibilidad de censurar contenidos. La polémica, en cualquier caso, se produce días después de que el Gobierno malayo hiciera pública su intención de financiar a diversas ONG para combatir la homosexualidad.
Pese al desmentido, que también hacía en su cuenta de Twitter el ministro de Información, Comunicaciones y Cultura de Malasia, Rais Yaim, su propio viceministro, Datuk Maglin Dennis D’Cruz, confirmaba que efectivamente existe la intención de elaborar una serie de directrices para censurar la presencia de personajes homosexuales en los programas. Se da la circunstancia de que hace ahora dos años se anunciaba una cierta relajación de la censura, dispuesta entonces a permitir la presencia de personajes homosexuales (en el cine) siempre y cuando se arrepientieran o se volvieran heterosexuales.
La polémica tiene lugar pocos días después de que el Gobierno de Malasia anunciara su intención de colaborar con ONG antigays para «frenar la expansión del problema social LGTB». Una noticia que recogíamos en dosmanzanas cuando la adelantó ante el Parlamento Mashitah Ibrahim, representante del Gobierno, y que luego ha confirmado el viceprimer ministro y ministro de Educación, Tan Sri Muhyiddin Yassin, que ha confirmado una primera dotación presupuestaria de 100.000 ringgits (unos 25.000 euros). Una cifra que será empleada entre otras cosas para financiar «asesoramiento psicológico» a personas con «problemas de sexualidad».
Un eufemismo que mucho nos tenemos esconde la práctica de las dañinas «terapias reparadoras». El activista malayo Pang Khee Teik, por su parte, ya advirtió de que este programa causará problemas de baja autoestima y depresión y un aumento de los suicidios y la hostilidad hacia las personas LGTB. Teik recordó que ya existen campos para masculinizar a adolescentes “afeminados” en el país, noticia que también recogimos en su momento.
La situación de las personas LGTB en Malasia
Malasia sigue castigando la “sodomía” con penas de hasta 20 años de cárcel, si bien en la práctica la homosexualidad no suele perseguirse penalmente. O así ha sido hasta ahora: hace pocos meses recogíamos las intenciones de dos estados del país de endurecer la persecución de la homosexualidad. Se trata de Pahang y Malacca, cuyos líderes religiosos musulmanes están considerando añadir castigos suplementarios a los que ya prevé la legislación federal, que se aplicarían a los musulmanes. Malasia es un país de variada composición étnico-religiosa, aunque de mayoría musulmana, en el que conviven leyes civiles (de obligado cumplimiento para todos) y leyes islámicas, de aplicación a los ciudadanos musulmanes.
Malasia es, en cualquier caso, fuente habitual de noticias de corte homófobo. Entre las últimas, además de las ya citadas, la cancelación de un Festival que se celebraba desde 2008 para promover el respeto a la diversidad sexual o la censura de la canción Born This Way, de Lady Gaga, por su contenido LGTB. Semanas antes, un joven gay musulmán recibía amenazas de muerte por difundir un vídeo en el que animaba a otros homosexuales a salir del armario.
La ley contra la sodomía ha sido utilizada también con fines políticos. En 2010 fue usada, por ejemplo, para juzgar a Anwar Ibrahim, un líder opositor. Antes, en noviembre de 2008, recogíamos como las autoridades musulmanas dictaban un edicto contra las “actitudes masculinas” en las mujeres, entre las que se incluía el lesbianismo y el vestir “como un hombre”.