Argentina aprueba una avanzada ley de identidad de género que la coloca en vanguardia del reconocimiento de los derechos LGTB
El Senado de Argentina aprobó este miércoles 9 de mayo una avanzada ley de identidad de género que permitirá a cualquier persona mayor de 16 años rectificar en los registros públicos el sexo, imagen y nombre de pila con el que fue inscrita al nacer cuando estos no coincidan con la identidad de género autopercibida, sin obligación de acreditar intervención quirúrgica alguna ni terapias hormonales u otro tratamiento psicológico o médico. La iniciativa, que ya contaba con el visto bueno de la Cámara de Diputados, fue aprobada en el Senado por 55 votos a favor y una abstención.
Uno de los puntos más controvertidos de la ley, pero que finalmente se ha mantenido, se refiere a los menores de 18 años, quienes podrán iniciar el trámite de rectificación registral a través de sus representantes legales. Si no tuvieran su consentimiento, un juez tendría que intervenir para tomar una decisión. El proyecto establece además que todas las personas mayores de 18 años podrán solicitar intervenciones quirúrgicas a fin de adecuar su genitalidad a su identidad de género autopercibida, al igual que la obtención de tratamientos integrales necesarios para su salud, que incluyen la cirugía de reasignación sexual no genital parcial, en el sistema público de salud argentino.
«Que el Senado trate y apruebe el proyecto es un hecho histórico que engrandece a la democracia, a la Constitución nacional y los derechos humanos. Es un acto de justicia y reparación, un grito de libertad y dignidad frente a los años de silencio cómplice, de exclusión y discriminación que sufren las personas en base a su identidad de género autopercibida», ha declarado Pedro Paradiso Sottile, abogado coordinador del área jurídica de la Comunidad Homosexual Argentina (CHA).
Para que la ley entre en vigor debe ser promulgada por la presidenta Cristina Fernández y publicada en el boletín oficial, lo que se da por seguro: el bloque oficialista votó en el Senado por unanimidad a favor de la misma. Con la aprobación de este avanzado proyecto de ley, después de la aprobación del matrimonio igualitario en 2010 y con la vista puesta en una futura reforma del Código Civil para actualizar la legislación sobre reproducción asistida y gestación subrogada, Argentina se sitúa sin duda en vanguardia mundial por lo que al reconocimiento jurídico de los derechos LGTB se refiere.
Hablan los legisladores
Para la presidenta de la Comisión de Legislación General, la kirchnerista Ada Iturrez de Capellini, esta ley “entregará oportunidades, para todos por igual”, aunque reconoció que “todavía quedarán muchas cosas por hacer por la inclusión”. A su turno, el presidente de Derechos y Garantías, el radical Eugenio Artaza, dijo que “es un avance importantísimo” y que se trata de un “derecho humano básico para poder dignificarse”. El oficialista Aníbal Fernández reconoció que la ley “tendría que haber sido sancionada mucho antes”.
El jefe del bloque del Frente para la Victoria, Miguel Angel Pichetto, felicitó al Congreso por sancionar una ley «que le permita a la gente intentar ser más feliz”. “La sociedad argentina es un poco mejor esta noche. Permite ir superándonos, ser un poco mejores, más comprensivos”, destacó. El socialista Rubén Giustiniani, por su parte, subrayó que “establecer a partir de una ley la vía administrativa para la rectificación registral del sexo y cambio de nombre en los documentos de identidad es el primer paso para empezar a revertir esta realidad de discriminación y violación constante de los derechos humanos por razón de identidad de género”.
El oficialista Marcelo Fuentes habló de la “extorsión de la religión” y del “síndrome del púlpito” argumentando que “estamos con dos mil años de atraso cimentando la secularización del derecho”. La justicialista disidente Sonia Escudero comentó que el proyecto repara “la falta de acceso a derechos declamados universalmente” y puntualizó que “si bien no hay números oficiales, estaríamos hablando de 22.000 personas que abarcaría esta ley, de las cuales un 95 por ciento está en situación de prostitución y un 84 por ciento sin educación secundaria”.
La FELGTB lo celebra y pide a España que mejore su legislación
En España, la FELGTB ha celebrado casi como propio la aprobación del proyecto. «La ley argentina, que nace sobre la base de la legislación española, como lo hiciera también la del matrimonio igualitario, introduce importantes mejoras respecto al texto español», destacan desde la FELGTB, que pide que dichas mejoras se incorporen a la legislación española. «La ley argentina no considera necesario ni un diagnóstico psicológico de disforia de género ni ningún tiempo de tratamiento hormonal para poder acceder al cambio registral, realizando un tratamiento no patologizante de la transexualidad, es decir, sin tratar a las personas transexuales como enfermas. Así mismo incorpora el tratamiento sanitario completo en la sanidad pública y gratuita argentina. En España, sin embargo, la ley 3/2007 hace necesaria un diagnóstico de disforia de género pese a que el Gobierno español se ha posicionado contra la consideración de la transexualidad como enfermedad, y además requiere de dos años de tratamiento hormonal para poder acceder al cambio de nombre y género de la documentación», han explicado.
«Asimismo el acceso al proceso transexualizador a través de la sanidad pública depende hoy de las comunidades autónomas y no forma parte de la cartera de prestaciones comunes, lo que supone una discriminación para muchas personas transexuales», añaden.