La victoria del socialista Hollande en las presidenciales allana el camino al matrimonio igualitario en Francia
Una buena noticia para el futuro de los derechos LGTB. Tras una disputada campaña, el socialista François Hollande, partidario del matrimonio igualitario y la adopción homoparental, es el ganador de las elecciones presidenciales francesas. Tras conseguir ya la victoria en la primera vuelta con el 28,63% de los votos, Hollande ha logrado hacerse en la segunda vuelta con el 51,67% de los sufragios frente al 48,33% del conservador Nicolas Sarkozy.
La victoria de Hollande, más allá de su dimensión nacional, resulta de gran importancia para Europa, en general, y para la población LGTB europea, en particular. Sarkozy se había alineado con la canciller alemana Angela Merkel a la hora de imponer a los «países periféricos» una agenda económica basada en la austeridad, los recortes y el sacrificio de las políticas de estímulo del crecimiento en aras de conseguir una disminución rápida del déficit público. Hollande defiende, sin embargo, la necesidad de renegociar el pacto de estabilidad europeo e impulsar medidas de estímulo como condición imprescindible para salir de la crisis.
Por lo que se refiere a las políticas LGTB el contraste entre Hollande y Sarkzoy es abismal. Hollande ha evolucionado a lo largo de los últimos años hasta convertirse en un firme defensor del matrimonio entre personas del mismo sexo y la adopción homoparental, cuya aprobación en Francia supondría un espaldarazo sin precedentes para el avance de los derechos LGTB en el resto de Europa. En cambio Sarkozy ha pasado de ofrecer una cierta ampliación de derechos a las parejas del mismo sexo en su primera campaña presidencial a convertirse en un opositor frontal a cualquier avance en esta materia. Una evolución que ha hecho que incluso GayLib, el grupo LGTB de su propio partido (la UMP) le diera la espalda.
Será necesario esperar, en cualquier caso, a la celebración de las elecciones legislativas para renovar la Asamblea Nacional que tendrán lugar los próximos 10 y 17 de junio para saber si Hollande dispondrá de mayoría parlamentaria suficiente para sacar adelante sus propuestas.
Pronto podremos «cruzar» Europa de norte a sur. Ahora sólo faltan los otros dos países «importantes»: Reino Unido y Alemania, aunque, en éste último caso, mientras mande la Merkél -como la llama mi amiga Etiennette de 87 años de Castellnou (Rosellón, Catalunya francesa- tendremos que esperar…