Protestas religiosas en Corea del Sur e Indonesia contra Lady Gaga, a la que acusan de «promover homosexualidad y pornografía»
La nueva gira de Lady Gaga, iniciada en Asia, está desencadenando todo un rosario de protestas de grupos religiosos contra la cantante estadounidense, convertida en una auténtica abanderada de los derechos LGTB. Grupos evangélicos en Corea del Sur y musulmanes en Indonesia han protestado contra los conciertos de Seúl (celebrado ya) y Yakarta (previsto para el próximo 3 de junio).
Las protestas se iniciaron en Corea del Sur, donde grupos cristianos evangélicos llegaron a organizar multitudinarias oraciones públicas rogando por la cancelación del concierto de Lady Gaga. “Oramos a Dios para que se cancele el espectáculo y no promueva la homosexualidad y la pornografía y que se no extienda en todo el país”, declaró Kang Ju-Hyun, uno de los organizadores de la protesta religiosa en Seúl. «Lady Gaga… es un alma herida que está en desesperada necesidad de restauración, los cristianos deben tanto amarla como bendecirla. Deberíamos odiar el espíritu maligno tras ella, no a Lady Gaga», rezaba por ejemplo uno de los panfletos que los extremistas cristianos difundieron por las calles contra la artista.
Finalmente el concierto de Lady Gaga en Seúl, que daba arranque a la gira The Born This Way Ball, tuvo lugar el pasado 27 de abril con gran éxito. Eso sí, las autoridades prohibieron finalmente la asistencia a los menores de 18 años y fuera del estadio grupos de extremistas rezaban para que el país no se viera corrompido por la llegada de la artista.
Tras Corea del Sur, ha llegado el turno de Indonesia, donde Lady Gaga tiene previsto celebrar su concierto el próximo 3 de junio. Líderes musulmanes (Indonesia es el país que cuenta con mayor número de fieles musulmanes del mundo) han exigido la cancelación del concierto. «Lady Gaga insulta a todas las religiones. Incluso los cristianos de Corea se han opuesto a ella, que promueve la obra de Satán», ha declarado el portavoz del Frente de Defensa del Islam (FPI), organización que ya en el pasado ha destacado por sus protestas contra eventos LGTB. El FPI, de hecho, amenaza con «tomar las calles» de Yakarta si no se cancela el concierto.
Por el momento, no parece que las protestas religiosas hayan conseguido desanimar a los miles de entusiastas seguidores indonesios de la cantante, que se lanzaron en masa a adquirir las entradas del concierto en cuanto se pusieron a la venta, aunque existen temores de que en caso de no conseguir su cancelación militantes del grupo radical islámico puedan infiltrarse en el concierto y boicotearlo. Algo que el propio FPI habría desaconsejado por considerar que podría ser «contraproducente».
¿Satán? ¿Existe eso? Cristianos y musulmanes extremistas no son más que parásitos…