Amnistía Internacional considera el matrimonio entre personas del mismo sexo una cuestión de derechos humanos
Amnistía Internacional, sin duda una de las organizaciones de defensa de los derechos humanos más importantes del mundo, considera que el matrimonio civil entre personas del mismo sexo es una cuestión de derechos humanos. Así lo ha expresado en un comunicado con motivo del Día Internacional del la Familia, celebrado este martes 15 de mayo. La organización «cree firmemente que denegar a personas individuales el derecho a casarse, basándose en el género de sus parejas, viola el derecho a la no discriminación, el derecho a la igualdad ante la ley, y el derecho a casarse y formar una familia».
Amnistía Internacional recuerda que el derecho a casarse y a fundar una familia está reconocido en el Artículo 16 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos y en el artículo 23 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos. La posición de Amnistía, en este sentido, es «que los Estados deben proteger y garantizar este derecho y deben abstenerse de discriminar a ninguna persona por causa de su orientación sexual y de su identidad de género». «Negar a las parejas del mismo sexo reconocimiento en pie de igualdad impide a muchas personas el disfrute de todos y cada uno de los derechos humanos, sin excepción. Además, con estas posturas, se estigmatizan tales relaciones y alimenta la discriminación y otros abusos en la comunidad, en las escuelas y en los hogares en contra de los derechos humanos de las minorías sexuales”, ha declarado Esteban Beltrán, director de Amnistía Internacional España.
La organización recuerda, por otra parte, que desde diferentes organismos de Naciones Unidas se ha incidido en la prohibición de discriminación por motivos de orientación sexual e identidad de género. En diciembre Naciones Unidas presentaba, de hecho, su primer informe sobre derechos humanos, orientación sexual e identidad de género, donde se destacaba que “reconocer la igualdad de derechos de todas las personas no tiene por qué ser controvertido, ni implica la creación de nuevos derechos. Se trata de insistir en que todas las personas tienen derecho a disfrutar los ya existentes”. Según Amnistía Internacional, aunque Naciones Unidas o el Comité de Derechos Humanos no obligan a los estados a regular el matrimonio entre personas del mismo sexo, sí recuerdan que el no reconocimiento de parejas homosexuales y de sus familias puede implicar discriminación en asuntos tan básicos como derechos de pensión, de herencia, de tributación e incluso de disfrute de vivienda.
Tras recordar que ya son numerosos los estados que permiten o reconocen el matrimonio entre personas del mismo sexo, Amnistía recuerda que «hay situaciones especialmente preocupantes», como la de Estados Unidos, donde todavía hay 30 estados que lo prohíben expresamente (el último de ellos, Carolina del Norte), la de Hungría (respecto de la cual Amnistía Internacional se dirigió en enero de 2012 a la Comisión Europea con motivo de sus leyes de protección a la familia, que excluyen a las parejas del mismo sexo pese a estar reconocidas legalmente) o Nigeria, país que estudia castigar con cárcel el matrimonio entre personas del mismo sexo. El comunicado recuerda también el recurso contra el matrimonio igualitario en España, cuya resolución está pendiente por el Tribunal Constitucional desde hace ya seis años y medio. «Amnistía Internacional está pendiente de esta sentencia y de las consecuencias que cualquier resolución pudiera tener en los derechos de miles de familias», expresa.