Los activistas LGTB de la organización Ice Breakers Uganda han inaugurado en la capital, Kampala, la primera clínica del país dedicada a las necesidades de dicho colectivo, con un enfoque especial sobre VIH/sida y otras infecciones de transmisión sexual. Los responsables de la clínica esperan poder asistir de forma gratuita y confidencial a personas que de otra forma no acudirían a recibir atención médica, debido al estigma asociado a las minorías sexuales.
Una buena noticia que nos llega de un país, Uganda, que no nos tiene precisamente acostumbrados a ellas. De hecho, en estos momentos se encuentra en proceso de tramitación un proyecto de ley que obligaría a los profesionales sanitarios que atendiesen a personas homosexuales a denunciarlos a la Policía. Se trata del proyecto de ley homófobo promovido por el diputado homófobo David Bahati, ya discutido en el pasado y que fue reintroducido en febrero en el Parlamento del país. Como sabemos, el proyecto pretende endurecer las penas a las personas condenadas por mantener relaciones homosexuales, llegando a la pena de muerte en algunos casos, así como perseguir a aquellas personas u organizaciones que les den cobertura.
Todas las medidas que el Gobierno de Uganda ha adoptado además en el pasado para combatir el VIH han excluido sistemáticamente a la población homosexual, lo que ha desembocado en un aumento de las infecciones entre dicha minoría.
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No quiero ser aguafiestas, pero me temo que esta clínica durará dos días. Con esas leyes mordaza y leyes de denuncia OBLIGATORIA pueden cerrar la cínica en cinco minutos por saltarse la legislacion ugandesa, «propaganda» de la homosexualidad o cualquier gilipollez. Me hace mucha gracia cuando vienen los meapilas a decir que si una ley es injusta no hay que cumplirla … hablando del matrimonio igualitario o del aborto, para estas cosas bien que cierran sus bocazas.