Registrados al menos 101 crímenes de odio contra la diversidad sexual en Honduras desde el año 2010
Según datos del Observatorio de Violencia de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH) serían 101 las víctimas de crímenes de odio por motivos de orientación sexual o identidad de género registradas en el país desde enero de 2010 hasta mayo de 2012. Este dato coincide con el ofrecido por las organizaciones LGTB, para quienes esta alarmante cifra refleja los altos niveles de odio, estigma y discriminación que persisten en la sociedad hondureña y el gran número de grupos homofóbicos que actúan todavía en el país centroamericano persiguiendo, torturando y asesinando a lesbianas, gays, transexuales y bisexuales.
Dichas fuentes aseguran que en lo que va de año se han registrado ya 26 casos de crímenes de odio contra la diversidad sexual, cuatro de ellos el pasado mes de mayo. Según la información que manejan estas organizaciones, la última víctima habría sido Walter Alexander Pacheco Martínez, joven transgénero de 19 años cuyo cuerpo fue hallado sin vida y con evidentes signos de violencia en un barranco cercano a la capital del país. Semanas antes fue asesinado Erick Martínez Ávila, de 32 años, periodista, activista de la organización LGTB Kukulcán y militante del partido LIBRE (Libertad y Refundación) del expresidente Manuel Zelaya. Antes recogíamos otros casos, como el de José Enrique Castro, de 22 años, que apareció asesinado a balazos, o el de Jonathan José Pineda, también de 22 años, al que un guardia de seguridad homófobo disparó a plena luz del día.
Los datos ahora conocidos son incluso más graves que los que publicábamos hace varias semanas, recogidos en un estudio realizado por la Red Lésbica Cattrachas que recopilaba un total de 71 asesinatos de personas LGTB desde septiembre de 2008 a febrero de 2012. Y es que Honduras es el país centroamericano que registra un mayor número de violaciones de derechos humanos contra la diversidad sexual, agresiones que se multiplicaron a raíz del golpe de Estado de 2009. A pesar de ello, el Estado hondureño no ha actuado hasta el momento para investigar y erradicar unos crímenes de odio que gozan de impunidad en la mayoría de los casos. De bien poco parece haber servido que incluso Estados Unidos, aliado del actual Gobierno hondureño, le pidiera investigar dichos crímenes y equipara a una unidad policial creada con ese fin. Ante esta realidad, el movimiento LGTB de Honduras asegura encontrarse en “un estado de indefensión y vulnerabilidad que va en aumento”.
Por esta razón, activistas LGTB hondureños han anunciado que exigirán a Naciones Unidas que intervenga ante esta trágica situación y pedirán al Estado hondureño la modificación del Código Penal para incluir como delito específico el homicidio de lesbianas, gays, transexuales y bisexuales.