Se celebra el centenario del nacimiento de Alan Turing, matemático y héroe contra el nazismo perseguido por su homosexualidad

Diversos actos alrededor del mundo conmemoraron este 23 de junio el centenario del nacimiento de Alan Turing, considerado el padre de la informática moderna, y que contribuyó de forma decisiva a la derrota del nazismo gracias al descifrado de sus textos en clave. Turing fue perseguido por el Estado británico a causa de su homosexualidad, proceso que lo empujó a una muerte prematura a los 41 años de edad.

La triste historia del genial matemático, que fue considerado un héroe, se truncó cuando fue descubierta su homosexualidad (que se había visto obligado a mantener oculta) y el estado británico le obligó a escoger entre la cárcel o la castración química. Turing optó por la segunda. Durante un año le inyectaron estrógenos para «reducirle la líbido«, sin importar que con ello se volviera impotente y le crecieran los pechos. Poco después, dos semanas antes de cumplir los 42 años, Turing se suicidó, aunque no faltan los que piensan que en realidad fue asesinado por la propia inteligencia británica.

Se han previsto actos de reconocimiento al matemático en países tan diversos como el Reino Unido, Estados Unidos, Brasil, China, la República Checa, Filipinas, Nueva Zelanda, Israel, España, Suiza, Noruega, Italia, Portugal y Alemania. El conocido buscador Google también se ha sumado a la conmemoración con un doodle mostrado durante el día de ayer en su pantalla de búsqueda. El juego era en realidad una representación de la máquina de Turing, precursora de los ordenadores y que sirvió para desencriptar el código nazi Enigma, permitiendo a los aliados la localización y destrucción de las unidades militares y navales alemanas durante la Segunda Guerra Mundial.

Una iniciativa, encabezada por el programador John Graham-Cumming y que sumó más de 30.000 adhesiones en el Reino Unido, entre ellas las del actor gay Stephen Fry o el etólogo y divulgador científico Richard Dawkins, forzó finalmente al gobierno británico a pedir perdón públicamente por el trato dado a Turing. «Me complace poder expresar lo consternado que me siento, que nos sentimos todos, por lo que ocurrió. Alan y muchos miles de otros hombres gays, condenados bajo leyes homófobas, fueron tratados de forma terrible«, declaró el entonces primer ministro Gordon Brown.

Hace pocos meses, sin embargo, nos hicimos eco también en dosmanzanas de la negativa del actual gobierno británico a conceder a Turing el indulto póstumo. El ministro de Justicia, Lord McNally, rechazó la moción en la Cámara de los Lores, declarando que «un perdón póstumo no sería apropiado, ya que Alan Turing fue debidamente condenado por lo que en aquellos tiempos se consideraba un delito«.