Tensión entre Irán y Azerbaiyán a cuenta de Eurovisión y una supuesta marcha gay

La república de Azerbaiyán ha acusado a Irán de mentir al acusar este a su vez al Gobierno azerí de haber pretendido organizar una marcha gay durante la celebración del Festival de Eurovisión el pasado fin de semana. La realidad, por desgracia, es que Azerbaiyán sigue siendo una sociedad fuertemente homófoba e Irán estaría usando estas acusaciones para atacar a su vecino, con el que mantiene una relación complicada por la minoría azerí que vive en Irán.

Al parecer Irán usó rumores sobre un desfile LGTB totalmente ficticio en la capital azerbaiyana, que habría coincidido con la celebración del concurso de Eurovisión en Bakú, para así desacreditar al gobierno secular del país presentándolo como contrario a los valores del islam. Este jueves un miembro del gobierno azerí calificó las decaraciones iraníes de mentiras, después de que se llegaran a producir manifestaciones callejeras en ambos países y de que Irán llamase a consulta a su embajador en Bakú. Semejante situación sólo puede entenderse teniendo en cuenta que en Irán vive una importante minoría azerí, y el Gobierno de ese país teme la influencia que Azerbaiyán puede ejercer sobre ella.

Además se da la circunstancia de que las autoridades iraníes se sintieron ofendidas por la participación en Eurovisión de Toraj Keshtkar ‘Tooji’, en representación de Noruega. Tooji es abiertamente gay y de origen iraní, y durante su actuación llevó un brazalete verde símbolo del movimiento iraní por la reforma democrática del país. El cantante declaró después que quería apoyar dicho movimiento, ya que “luchan por un Irán más democrático. Quiero aprovechar cualquier notoriedad que pueda alcanzar aquí para dar a conocer su difícil situación. Espero que Irán cambie algún día, en especial respecto a los derechos de las mujeres y las personas LGTB”.