Derrotas de los contrarios al matrimonio igualitario en Nueva York y Washington
Prosigue el aluvión de buenas noticias sobre el matrimonio igualitario en Estados Unidos. Dos amenazas que se cernían sobre las leyes de matrimonio aprobadas por los estados de Nueva York y Washington han quedado neutralizadas. Mientras que en Nueva York la justicia ha dado carpetazo a la demanda interpuesta por los contrarios a la ley, en el estado de Washington estos no han conseguido reunir las firmas necesarias para forzar la convocatoria de un referéndum para redefinir el matrimonio como exclusivamente entre un hombre y una mujer. En este último caso, sin embargo, la alegría no es completa.
Nueva York
En junio de 2011, tras un largo y complicado proceso, el Senado de Nueva York aprobaba definitivamente la ley que permite el matrimonio entre personas del mismo sexo en ese estado con el apoyo -imprescindible en este caso- de varios senadores republicanos. Previamente había recibido el apoyo de la Asamblea estatal. Un día después de que comenzaran a celebrarse bodas, los reverendos Jason McGuire y Duane Motley y el rabino Nathaniel Leiter, en representación de la organización New Yorkers for Constitutional Freedoms, presentaron una demanda alegando una serie de supuestos errores formales cometidos en el proceso de aprobación de la ley. También aludían a supuestas promesas “por parte de cargos electos y de financieros de Wall Street” de realizar una campaña de contribuciones a favor de los senadores republicanos que apoyaron el proyecto.
Ahora la División de Apelaciones de la Corte Suprema de Nueva York, por un contundente 5 a 0, ha desestimado la demanda, lo que consolida de manera definitiva la igualdad matrimonial en este estado.
Washington
Al otro lado del país, en Washington, estado que aprobó en febrero la ley de matrimonio igualitario, los promotores de una iniciativa para llevar a referéndum una modificación legal que redefiniría el matrimonio como exclusivamente entre un hombre y una mujer no han conseguido reunir las suficientes firmas. La alegría, en este caso, no es completa, ya que los opositores a la igualdad sí habían conseguido reunir con anterioridad las firmas necesarias para llevar a referéndum la ley e impedir así su entrada en vigor, ahora congelada.
Aunque pueda parecer lo mismo, hay un matiz que diferencia ambas propuestas de referéndum. Incluso en el caso de una victoria de los homófobos en el referéndum contra la ley, que tendrá lugar en noviembre, esta será posiblemente temporal: la ley ya aprobada no entraría en vigor, pero todo apunta a que -con independencia de que en los referéndums la movilización de los homófobos sea superior a la de los partidarios de la igualdad- en Washington hay una mayoría social creciente a favor del matrimonio igualitario, por lo que otra ley similar sería probablemente promovida en un futuro próximo. En caso de aprobarse una redefinición del matrimonio, la discriminación de las parejas del mismo sexo quedaría explicitada a un nivel superior. No faltan los que creen además que todo se trataba de una estratagema para confundir deliberadamente al electorado: los partidarios del matrimonio igualitario hubieran debido votar «no» en uno de los referéndums y «sí» en el otro, y viceversa.
El historial del estado de Washington permite, además, albergar esperanzas. Ya en 2007 aprobó una primera ley que proporcionaba derechos limitados a las parejas del mismo sexo. En 2008 procedió a una primera ampliación de derechos, y a principios de 2009 aprobó una segunda ampliación que los equiparaba a los del matrimonio, aunque sin el nombre. Fue entonces cuando los grupos conservadores promovieron otro referéndum, en el que sufrieron una significativa derrota: el 53% de los votantes apoyó la ampliación. En el condado de King, que alberga a Seattle, la ciudad más importante del estado, el apoyo alcanzó el 68%. Habrá que ver si en este caso se repite el resultado, en este caso a favor de la igualdad jurídica total.
Interesante análisis:
El homoerotismo, un fenómeno que crece entre las chicas sub 30
El Dr. Pedro Horvat, especialista en Psiquiatría y Psicoanálisis, subraya ese aspecto: “La sexualidad es multifacética. Y las ramas del deseo son muchas. Hoy, toda clase de fantasías están muy toleradas. La gente habla de sus fantasías homo con mucho más facilidad. Los pacientes, por ejemplo, hablan con naturalidad de su masturbación. A partir de eso, la posibilidad del deseo homosexual queda abierto”.
http://www.clarin.com/sociedad/homoerotismo-fenomeno-crece-chicas-sub_0_733126740.html
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el homoerotismo crece en las mujeres porque su sexualidad es mas flexible y no tienen la homofobia interiorizada tanto como el varon, el varon tiene que ser macho sea como sea, por lo que reprime estos pensamientos con las consiguientes consecuencias negativas que todos conocemos.