Activistas informáticos consiguen tomar control de páginas web del gobierno de Uganda, en protesta por políticas homófobas
Activistas del grupo Anonymous han conseguido infiltrarse en la página web del primer ministro de Uganda y a la base de datos del denominado Sector de la Justicia, la Ley y el Orden, en represalia contra las políticas homófobas del gobierno ugandés.
Anonymous es un colectivo de activistas informáticos (conocidos también como hacktivistas) de estructura difusa, nacido en 2003, que lucha contra cualquier forma de opresión o censura. Han llamado la atención de los medios en repetidas ocasiones, por ejemplo en torno a la cobertura del caso WikiLeaks, y fueron incluidos por la revista Time en su lista de personas más influyentes del mundo en 2012.
En esta ocasión el blanco del colectivo ha sido el gobierno ugandés, notorio por sus políticas homófobas. En una operación denominada #OpFuckAfrica, el hacktivista conocido como @DramaSett3r en twitter ha colgado un mensaje en la página web del primer ministro de Uganda y ha descargado la base de datos de dicha página así como la del Sector de la Justicia, la Ley y el Orden (una red de instituciones gubernamentales que incluye a diversos ministerios), amenazando con hacer públicos sus contenidos. También ha mostrado las contraseñas encriptadas necesarias para administrar la página del Sector.
El mensaje colgado en la web del primer ministro decía así: “Os hemos avisado en repetidas ocasiones. Vuestras violaciones de los derechos de las personas LGTB nos han parecido repugnantes. Todas las personas tienen derecho a vivir con dignidad, a salvo de represión por las creencias políticas y religiosas de otros. Deberíais estar orgullosos de vuestros ciudadanos LGBT, porque está claro que tienen más pelotas de las que vosotros tendréis jamás. El auténtico Orgullo de Uganda se demuestra haciendo frente a la opresión a pesar de temer los abusos, torturas y asesinatos padecidos por los LGTB a manos del gobierno corrupto. ¡Que te jodan, gobierno ugandés! Hasta pronto x.” El mensaje incluía una foto del primer Orgullo en Uganda, que tuvo lugar este mes. Y según los activistas, lo sucedido sería la más reciente de una serie de acciones contra el gobierno e infraestructura de Uganda por sus crímenes contra la población LGTB.
Ministro de Uganda acusa a activistas LGTB de inculcar “sentimientos pervertidos” a menores
Habrá quien muestre reticencias ante los métodos de estos activistas, pero de lo que no cabe ninguna duda es acerca de la homofobia de sus blancos en este caso. Sin ir más lejos, el ministro ugandés para la Ética, Simon Lokodo, acaba de “justificar” las detenciones de defensores de los derechos LGTB durante redadas en febrero y junio de este año, argumentando que dichos activistas inculcan “sentimientos pervertidos” en las mentes de los niños.
En semejante contexto, ser activista LGTB en Uganda supone a día de hoy una demostración de gran valentía. En ese país las relaciones homosexuales son ya ilegales, pero además su Parlamento ha resucitado la tramitación del ya conocido proyecto de ley que persigue endurecer todavía más las penas -llegando a la pena de muerte en ciertos casos- así como perseguir a aquellas personas u organizaciones que de cobertura a las personas LGTB.
Precisamente en Uganda fue asesinado en enero de 2011 el activista gay David Kato (su asesino fue condenado a 30 años de cárcel, una de las pocas noticias positivas que nos han llegado de aquel país). Kato era uno de los 100 ciudadanos homosexuales cuyo nombre y fotografía habían sido publicados por Rolling Stone (una publicación local), acompañados de la leyenda “Hang Them” (“a la Horca”). Y en agosto de 2011, la oficina de Freedom and Roam Uganda (FARUG) fue víctima de un asalto. Entre el material desaparecido figuraba un listado electrónico de los miembros de la organización.
Y pese a todo, los activistas LGTB siguen al pie del cañón, como han demostrado hace pocos días al celebrar el Orgullo o como hicieron hace pocas semanas, cuando miembros de Ice Breakers Uganda inauguraron en la capital, Kampala, la primera clínica del país dedicada a las necesidades del colectivo, con un enfoque especial sobre VIH/sida y otras infecciones de transmisión sexual.
Defensores de los derechos humanos han hecho notar que la ola de homofobia y crímenes de Estado de Uganda en contra de su población LGBT tienen orígen en los activistas homofóbicos norteamericanos de religión protestante, hoy autodenominados «cristianos (?)», quienes previamente habían contactado con el gobierno derechista de Uganda. Entre esos activistas anti-gays figura Scott Lively, un protestante revisionista del Holocausto, o sea de aquellos activistas que o niegan el genocidio de millones de judíos, o lo «revisan» culpando a otros, por ejemplo, los rusos o ¡los mismos judíos!; para lavar la imagen de los nazis. Así están las cosas.