James Franco protagoniza un homenaje a la polémica «Cruising» («A la caza») en la que interpreta escenas de sexo gay
En 1980 se estrenaba la polémica Cruising (rebautizada en España como A la caza). Protagonizada por Al Pacino, la película cuenta la historia de un policía que se sumerge en la subcultura leather y sadomaso del Nueva York de la época para capturar a un asesino en serie de homosexuales. Más de treinta años después, el actor James Franco, por cierto muy comprometido con el cine de temática LGTB, rueda ahora un homenaje a la cinta.
La película original, dirigida por William Friedkin, recibió fuertes críticas desde el colectivo LGTB por la -para muchos- sordidez e imagen «estereotipada» del ambiente que retrataba. Llegó a provocar, de hecho, manifestaciones de protesta. Lo cierto es que con el paso de tiempo, A la caza se ha convertido casi en un clásico de culto, y desde luego en una cinta imprescindible para entender como ha evolucionado la forma en la que el cine se ha acercado a la realidad homosexual. No faltan los que dan valor al hecho de que una película dirigida al gran público tuviera el atrevimiento de presentar el ambiente gay, o al menos un tipo de ambiente gay, de una manera explícita.
James Franco y el director Travis Mathews han querido ahora rodar un homenaje a Cruising. No se trata de una nueva versión: según ha declarado Mathews, lo que despertó el interés de ambos son los aproximadamente 40 minutos de material rodado que finalmente quedaron fuera del montaje final de la cinta original por tratarse de secuencias demasiado explícitas para poder ser emitidas en cines comerciales. Un material que por desgracia ha desaparecido, y que la nueva película trata, a su modo, de «reconstruir». El propio James Franco interpreta en ella escenas de sexo explícito gay (el aspecto que más ha llamado la atención de los medios, por cierto). Tambíén esta nueva película contará con dos versiones, una más explícita y dura que la otra, según ha manifestado el propio director.
James Franco, comprometido con la temática LGTB
James Franco, sin duda unos de los actores más atractivos y a la vez más intrigantes de Hollywood, no duda en combinar su participación en películas de gran éxito comercial con proyectos de corte más experimental. Y desde luego su compromiso con el cine de temática LGTB, más allá de polémicas sobre su orientación, está fuera de toda duda.
Franco ha interpretado, al menos, a tres personajes gays, los tres reales: Scott Smith, pareja de Harvey Milk, en Mi nombre es Harvey Milk; el poeta Hart Crane en The Broken Tower (que además escribió y dirigió) y el también poeta Allen Ginsberg en la más reciente Howl (Aullido). Ha dirigido, además, un cortometraje de temática gay, The Feast of Stephen.