La jerarquía católica extrema su virulencia contra el Gobierno de Escocia tras su anuncio de aprobar el matrimonio igualitario

La iglesia católica se ha convertido en la principal opositora a la aprobación del matrimonio igualitario en Escocia, cuyo Gobierno anunció hace un mes la presentación del proyecto. Oposición que ha culminado este domingo con la lectura de una carta del arzobispo de Edimburgo, cardenal Keith O’Brien, que además preside la Conferencia Episcopal Escocesa. La ofensiva contra un proyecto que cuenta con un elevado grado de respaldo político es de tal calibre que los defensores de los derechos LGTB han pedido al Gobierno escocés que se mantenga firme.

La iglesia católica de Escocia declaró este domingo «domingo nacional del matrimonio» y procedió a la lectura en unas 500 parroquias de una carta de O’Brien en la que muestra su «profundo malestar por el hecho de que el Gobierno escocés haya decidido redefinir el matrimonio». «La enseñanza de la iglesia sobre el matrimonio es inequívoca, es únicamente la unión de un hombre y una mujer, y está mal que los gobiernos, los políticos o los parlamentos traten de alterar o destruir esta realidad», añadía O’Brien, en un sorprendente alegato que negaba a las instituciones democráticas de Escocia legitimidad para legislar sobre el matrimonio civil. «Mientras rezamos para que nuestros líderes electos mantengan y no subviertan elmatrimonio, prometemos continuar haciendo todo lo posible para convencerlos de que redefinir el matrimonio es malo para la sociedad», continuaba.

Las virulencia de O’Brien no es la única que los jerarcas católicos de Escocia han utilizado para oponerse al derecho de las parejas del mismo sexo a contraer matrimonio civil. “Si queremos realmente la igualdad, ¿por qué esa igualdad no se extiende a las sobrinas que aman a sus tíos?”, declaraba a principios de este mes el obispo de Aberdeen, Hugh Gilbert. Días antes, un portavoz de la iglesia católica escocesa afirmaba que los gays viven entre 12 y 20 años menos, debido a “las infecciones complejas, las enfermedades y los trastornos que ello causa”. El propio cardenal O’Brien ha destacado en el pasado por su odio visceral a la idea del matrimonio igualitario. En marzo calificaba el proyecto de “locura” y de “subversión grotesca de un derecho humano aceptado universalmente”. Y en septiembre de 2011 afirmaba que aprobarlo suponía “reescribir la naturaleza”.

La iglesia católica, principal opositora

La oposición a la aprobación del matrimonio igualitario en Escocia por parte de la iglesia católica no es la única entre las diferentes confesiones religiosas, pero sí la más agresiva. La iglesia de Escocia, principal confesión de ese país por delante de la propia iglesia católica (una iglesia presbiteriana cuya asamblea general ha aprobado la posibilidad de ordenar pastores homosexuales que mantengan relaciones de pareja) se pronunció en contra a través de su comité de asuntos jurídicos -sin que la asamblea general discutiera el tema- pero no se conocen pronunciamientos tan hostiles por parte de sus clérigos.

De hecho, no han faltado los que relacionan las presiones de la iglesia católica con el retraso en el anuncio por parte del Ejecutivo escocés (con mayoría absoluta de los nacionalistas del SNP), que debería haberse producido el 10 de julio, y que finalmente se produjo 15 días después.

No está de más recordar que también en el campo religioso se han escuchado voces a favor del matrimonio igualitario. Un grupo de confesiones minoritarias, por ejemplo, entiende que la prohibición del matrimonio entre personas del mismo sexo supone de hecho una intrusión del estado en la libertad religiosa. También el reverendo David Chillingworth, cabeza de la iglesia episcopaliana escocesa (rama escocesa de la comunión anglicana) se mostró en su momento a favor del proceso abierto.