Una pareja de lesbianas que perdió su bebé denuncia que el hospital negara a una permiso para decidir sobre la salud de la otra
Brittney Leon y Terri-Ann Simonelli, una pareja de lesbianas de Nevada, perdieron su bebé después de que el Hospital de Spring Valley le negara a una de ellas el derecho a decidir sobre la salud de su pareja. Nunca sabremos si la historia hubiera tenido un final feliz en caso contrario, pero en cualquier caso lo sucedido pone de nuevo sobre la mesa la discriminación que sufren las parejas del mismo sexo en numerosos lugares de Estados Unidos.
Brittney Leon acudió al hospital al complicarse su embarazo. A su pareja, Terri-Ann Simonelli, de cuyo seguro médico depende precisamente Brittney Leon, se le denegó el derecho a ser escuchada y tomar decisiones sobre qué hacer en caso de que Leon no pudiera, y ello a pesar de las protestas de esta última. Desde el hospital les exigieron para ello disponer de un poder notarial, algo que debido a la urgencia del caso la pareja no podía perder el tiempo en obtener. Se da la circunstancia de que Nevada, aunque no permite el matrimonio igualitario, sí dispone desde 2009 de una ley de parejas de hecho que supuestamente otorga derechos similares a los matrimonios en este tipo de supuestos, a la que la pareja está acogida. Simonelli se ofreció a volver a casa a por su certificado, pero desde el hospital les dijeron que ello no era suficiente. Leon acabó por perder el bebé, y Simonelli tuvo que conformarse con recibir las explicaciones que los médicos qusieron darle de cómo se sucedían los acontecimientos.
No es posible saber si el final de la historia hubiera sido otro si la pareja hubiera sido tratada de forma distinta, pero resulta indudable que a la urgencia médica se sumó el estrés de lo sucedido. «Normalmente soy una gran luchadora, pero estaba emocionalmente destrozada. Fue un día muy malo para nosotras. Acudimos allí, pensando que contábamos con el respaldo de estado, pero nos dijeron que estábamos equivocadas. No les importó que fuéramos una pareja registrada. Y debe importar», ha declarado Simonelli.
Una portavoz del hospital, contactada telefónicamente por un periodista local, ha explicado que siempre se exige un poder notarial a las parejas del mismo sexo para permitir a uno de sus miembros tomar decisiones sobre la salud del otro. Al ser preguntada sobre si el hospital está al tanto de la legislación del estado de Nevada sobre parejas de hecho, la portavoz acusó al periodista de estar «sesgado» y le colgó el teléfono.
Se da la circunstancia de que desde hace dos años, según ordenó el presidente Barack Obama, todos los hospitales que reciban fondos públicos de Medicare (el programa de asistencia sanitaria pública a mayores de 65 años) o de Medicaid (similar, para gente sin recursos), y que son la vasta mayoría de instituciones médicas americanas, están obligadas a garantizar el derecho de los pacientes a recibir visitas de sus parejas del mismo sexo así como a respetar los deseos de los pacientes acerca de quién debe tomar decisiones sobre su tratamiento. No queda claro, sin embargo, si la exigencia de un poder notarial viola esta orden gubernamental.
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Flick
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