La expresidenta de Irlanda advierte a la iglesia católica que se está quedando sola en su posición sobre la homosexualidad

Mary McAleese, la prestigiosa expresidenta de la República de Irlanda, ha advertido a la iglesia católica de que su posición frente a los derechos LGTB la puede llevar a una situación de aislamiento. McAleese ha trasladado personalmente su preocupación al nuncio papal en Irlanda, pero cree que la cuestión no se aborda abiertamente debido a la existencia de una ley del silencio al respecto en el seno de la iglesia.

Mary McAleese, una abogada católica practicante que tras abandonar la presidencia de Irlanda se ha dedicado a profundizar sus estudios de derecho canónico, se ha mostrado además muy preocupada por el efecto en los adolescentes LGTB que acuden a colegios católicos (la mayoría en Irlanda)  de las enseñanzas oficiales de la iglesia. «Son víctimas, en primer lugar, de acoso homofóbico, pero además sufren un fuerte conflicto», ha opinado. «Escuchan palabras como ‘enfermedad’, incluso pueden haber escuchado la palabra «diabólica’ en relación a la práctica homosexual. Y cuando descubren, y este descubrimiento no es una decisión, a los 14, 15 o 16 años que son homosexuales, se desencadena un conflicto interno de grandes proporciones», ha añadido. «Perfectamente pueden haber oído a sus madres, a sus padres, a sus tíos, a sus tías, a sus amigos, usar un lenguaje terrible en relación a la homosexualidad, y ahora se ven arrojados a un espacio oscuro y sombrío«, ha expresado.

McAlesee ha revelado que ya ha trasladado sus temores al nuncio papal en Irlanda, Charles Brown, pero cree que en el seno de la iglesia católica hay lo que ha definido como una omertà (ley del silencio) al respecto que todavía no se ha roto.

Una católica respetuosa con los derechos LGTB

Pese a los temores iniciales, lo cierto es que pese a sus convicciones católicas durante su mandato como presidenta de Irlanda Mary McAleese se reveló como una política profundamente respetuosa de los derechos de las minorías, también de la LGTB. Llegó a declinar la invitación para ser “grand marshall” del desfile del Día de San Patricio de Nueva York debido a la negativa de sus organizadores a dejar desfilar a organizaciones LGTB.