Los expertos alertan: la discriminación contra los trabajadores LGTB no solo es injusta, también es costosa
La discriminación contra las personas LGTB, al menos en el sector público, no solo es injusta. También es costosa para los contribuyentes. Así lo pone de manifiesto un informe elaborado por AFSCME (American Federation of State, County and Municipal Employees, el mayor sindicato de trabajadores públicos de Estados Unidos) y el Center for American Progress, un prestigioso think tank progresista.
El informe, según el cual en Estados Unidos hay aproximadamente un millón de trabajadores públicos LGTB, revela que su orientación sexual o su identidad de género siguen siendo causas frecuentes de discriminación laboral, contra la que además buena parte de ellos no disponen de recursos legales adecuados. Por un lado, ello lleva a procesos legales que en muchos casos son costosos para las propias administraciones. Por otro, muchos de estos trabajadores viven en un estado de constante temor a perder su puesto de trabajo o a ver empeorar sus condiciones laborales, que lleva en última instancia a expulsar del sistema a los más brillantes y conlleva de forma general un deterioro de la productividad.
Las recomendaciones del informe son claras: extender las legislaciones antidiscriminatorias a aquellos estados del país que todavía no disponen de ellas (solo el 43% de los trabajadores públicos residen en estado que protegen frente a la discriminación por razones de orientación sexual, cifra que cae al 31% cuando se trata de trabajadores protegidos contra la discriminación por razones de identidad de género), extender los beneficios sociales vinculados al puesto de trabajo a las familias LGTB en las mismas condiciones que gozan las familias tradicionales y favorecer, en última instancia, una cultura inclusiva en el lugar de trabajo.
Puedes descargar el informe completo (en inglés, 46 páginas) pinchando aquí.