California prohíbe por ley la aplicación de «terapias reparadoras» de la homosexualidad a menores de edad
Ya es oficial. El gobernador de California, el demócrata Jerry Brown, ha estampado su firma bajo la ley que prohíbe las «terapias reparadoras» de la homosexualidad en menores, que adelantamos ya hace varios meses. La ley tiene como objetivo proteger a los menores homosexuales o bisexuales que presentan dificultades para aceptar su propia orientación afectivo-sexual, un colectivo especialmente vulnerable a las manipulaciones emocionales por parte de grupos homófobos que no dudan en presentar la homosexualidad como una disfunción psicológica.
Promovida por el senador Ted Lieu y el grupo de defensa de los derechos civiles Equality California, la ley argumenta que tener una orientación sexual lesbiana, gay o bisexual no es una enfermedad, y que de acuerdo a la evidencia científica ninguna terapia se ha mostrado efectiva para cambiar la orientación sexual de una persona, pudiendo resultar además peligrosas. Los riesgos incluyen depresión, ansiedad y comportamiento autodestructivo. La ley también menciona la postura contraria a este tipo de «terapias» de organismos como la Asociación Médica Americana, la Asociación Americana de Psicología, la Asociación Americana de Psiquiatría, La Asociación Nacional de Trabajadores Sociales, la Asociación Americana de Counseling, la Academia Americana de Pediatría o la Asociación Americana para la Terapia Matrimonial y de Familia.
La ley había sido aprobada en agosto por la legislatura de California, de mayoría demócrata. Numerosos legisladores republicanos se opusieron, argumentando que supone una intromisión en la libertad de los padres para educar a sus hijos, pero finalmente la Asamblea la aprobó por 52 votos contra 22, mientras que el Senado lo hizo por 23 contra 13. California se convierte así en el primer estado de Estados Unidos que prohíbe por ley este tipo de manipulaciones a menores.
La aprobación de la ley, que entrará en vigor en enero de 2013, ha contado también con la feroz oposición de organizaciones homófobas, y muy especialmente de la National Association for the Research and Therapy of Homosexuality (NARTH), que promueve precisamente este tipo de “terapias”. Se da la circunstancia de que entre los principales textos que NARTH utiliza para justificar estos procedimientos se encuentra un artículo publicado en 2001 por el psiquiatra Robert Spitzer, que tras revisar una serie de 200 casos de personas que se habían sometido a dichas “terapias” publicó que hasta un 66% de los hombres y un 44% de las mujeres referían haber conseguido una “buena funcionalidad heterosexual“. Para definir esta “buena funcionalidad” se valoraron una serie de criterios. Por ejemplo, que la persona no pensara en alguien de su mismo sexo más del 15% de las veces que se acostaba con alguien de distinto sexo. El estudio recibió entonces fuertes críticas por la metodología utilizada, y recientemente el propio Robert Spitzer ha admitido que las críticas eran acertadas.
Magnífica noticia. Por eso el obispo católico de Alcalá debiera estar en la cárcel, por atentar contra la salud pública defendiendo estas «terapias reparadoras». Estos ultras homófobos no sólo pretenden engañar a los incautos con su moral cochambrosa, sino que se forran económicamente vendiéndole a algunos la «cura de su enfermedad». Vaya gentuza sin escrúpulos, ¡cárcel para los homófobos!
¿ como seria posible meter en la carcel al indeseable del obispo de alcala si hay libertad religiosa?
Pero, ¿ cómo es posible que se pisoteen nuestros derechos, nuestra dignidad y se incite al odio contra nosotros, en nombre de la libertad religiosa?
Y lo que lamento es que las «terapias reparadoras» ( que en realidad son tortura y estafa) parezcan estar permitidas para los mayores de edad
Al fin algo de cordura, menos mal.
Por encima de la libertad religiosa está la salud pública. Si un cura, o un pastor protestante. o un teleevangelista llaman a hacer rituales donde el personal sea mutilado o herido, como en realidad sucede con esas «terapias reparadoras», entonces no hay libertad religiosa que valga, no? Por eso, CÁRCEL para los homófobos ultracatólicos, aquí y en los USA.
No lo se, pegotty, espero que tengas razon, y que haya jurisprudencia al respecto de lo que sostienes, por el bien de todxs nosotrxs